Michael Hernández, condenado a cadena perpetua por degollar a su compañero de escuela hace 12 años, tomó este jueves el estrado en un tribunal de Miami-Dade para hacer sorprendentes confesiones.
Hernández, ahora con 26 años, subió a testificar por primera vez en el proceso judicial que se ha reabierto para reconsiderar su sentencia.
Sin poder contener el llanto, Hernández pidió perdón por haber asesinado a Jaime Gough y dijo que lo lamenta de corazón pues “Jaime era un excelente amigo”.
“Tuve que aprender por años lo mal que estaba y quiero pedirles perdón por el dolor que les causé”, dijo el joven. “Lo lamento y quiero pedirles perdón porque no había caído en cuenta sobre cuánto daño le causé”.
Con esas palabras, Hernandez pidió disculpas a la familia de Gough, a quien asesinó en el baño de la escuela Southwood Middle tras apuñalarlo 40 veces hasta degollarlo en el 2004.
“Quiero casarme y tener hijos... quisiera hacer un curso de paralegal apenas salga para trabajar en el florida bar”, apuntó emocionado.
Durante la sesión, la fiscalía cuestionó sus lágrimas y le exigió que dejara de actuar. Además lo retó a que le confesara a su hermana que ella era parte de la lista de personas que tenía en sus planes de asesinato.
Hernández sostuvo que sus conversaciones sobre temas violentos con Britney, la novia que consiguió mediante su página en la internet "Love a Prisoner", eran para agradarle a ella.
“ Yo estaba muy nervioso... Porque yo nunca había hablado con una mujer y no sabía de qué hablar”, contó. “Hablé de asesinos en serie porque es de lo único que sabía y ella siempre me decía que tenía interés en temas de crimen”.
Hernández está siendo sentenciado por segunda vez, pues ya recibió una condena de cadena perpetua en 2008. Pero en 2012, el Tribunal Supremo decidió que los menores no podían recibir cadena perpetua sin la posibilidad de solicitar libertad condicional.
El acusado insistió en que tiene planes futuros si le dan la oportunidad de salir algun día de la cárcel.
“Quisiera de ahora en lo adelante ingresar a los programas de reintegración a la sociedad que hay en prisión, porque cuando salga quisiera tener un empleo”, afirmó.
Este viernes el juez decidirá si condena nuevamente a Hernández a cadena perpetua o si se acoge a la nueva ley en la que podría ser elegible para pasar solo 25 años en prisión.
