Daniela Pérez, tiene 18 años, y llegó de Cuba a los seis años junto a sus padres, sin pensar que un año más tarde empezarían los síntomas de una extraña enfermedad.
“Es como si mi cuerpo entero se estuviera durmiendo poco a poco, pero si tú me preguntas algo, yo te voy a responder, yo sé que me estás preguntando algo, pero yo no puedo responder lo que me estás preguntando”, dice Daniela.
Uno de los médicos que trata a Daniela la diagnosticó con un tipo de “narcolepsia”, una enfermedad que se caracteriza por la presencia de sueño constante durante el día.
Se cree que las personas que padecen esta enfermedad se ubican entre el 0.02 y el 0.16 por cierto de la población. Es un trastorno que puede afectar los órganos.
“Sus órganos no hacen el proceso completo, un día me arrodillé en mi casa y dije: ‘Señor, yo no puedo más con esto’”, relata su madre, Aurora González.
“A mi hija la metieron a los 7 años a un salón de operaciones a quitarle el colon, fue lo primero fuerte qué pasó”, añadió.
Pero no todo está perdido. Daniela califica para un nuevo estudio ofrecido en la Universidad de Stanford en California, por lo que tendría que viajar pronto y permanecer allá nueve semanas aproximadamente.
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