A solo días de que EEUU y Cuba regresen a la mesa de negociaciones en lo que será la segunda ronda de conversaciones que se llevará a cabo en Washington, el gobierno militar de Cuba ha vuelto a dar un portazo violento, manifestando por enésima vez la inamovilidad del régimen.
Ahora le ha tocado el turno a Alejandro Castro Espín, el más notorio miembro del clan Castro, después de su padre, al que algunos analistas consideran como el delfín designado por Raúl para sustituirlo en las riendas del poder.
Castro Espín criticó el sistema capitalista estadounidense, del que dijo que es la economía quebrada más endeudada del mundo, y aseguró que la democracia occidental no ha funcionado.
También aseguró que Cuba no regresará al capitalismo porque está construyendo una sociedad socialista, antesala de una sociedad comunista.
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El hijo del general, un militar con grado de coronel aseguró que en Cuba las elecciones en Cuba son directas, y mantuvo la retórica de que el capitalismo es un sistema precario que no ha dado resultados.
Igualmente defendió a China, a la que consideró, en términos de desarrollo, la primera economía mundial.
