Su nombre es Tara Woodley y denuncia que fue víctima de agresión sexual cuando se disponía a tomar un masaje y su terapista se sobrepasó. Sus deseos: no solo que su presunto atacante sepa el daño que le hizo, sino también que otras mujeres que pasaron por una situación similar no teman dar la cara y denuncien a sus agresores.
De acuerdo con informaciones, al menos 180 personas en todo el país han presentado demandas contra la misma compañía donde Tara reporta que sufrió la agresión, Massage Envy, cuyos directivos aseguran que son incidentes desgarradores, pero que todos los terapistas deben someterse a una revisión de antecedentes.
Si el terapista tuvo un comportamiento inapropiado es despedido y no puede ser contratado en otra franquicia, confirma la compañía. Sin embargo, la abogada de la demandante asegura que la institución traslada a terapistas de una sucursal a otra.
