El régimen de Maduro enterró este miércoles el cuerpo del capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo en un ataúd sellado y contra la voluntad de la familia.
Las autoridades chavistas realizaron el proceso de forma unilateral y sin participación de la familia del militar.
El cadáver fue depositado en el cementerio del Este, en Caracas, bajo custodia de la Policía Nacional Bolivariana y con cierre de los accesos al lugar.
La familia denunció que su voluntad era que el cuerpo de Acosta Arévalo fuera llevado a Maracay, estado Aragua, donde reside la mayor parte de las personas allegadas y familiares.
También denunció el procedimiento el abogado de la familia, Alonso Medina Roa, quien indicó que la forma en que fue entregado el cadáver corresponde a una inhumación controlada por las autoridades del régimen.
Acosta Arévalo murió el pasado sábado 28 de junio tras ser brutalmente torturado por agentes de la Dirección General de Contrainteligencia Militar. A esa conclusión llegó la autopsia que le fue practicada.
La causa de la muerte fue "edema cerebral severo debido a insuficiencia respiratoria aguda, debido a rabdomiólisis por politraumatismo generalizado", señaló el informe.