La presidenta de Corea del Sur visitó este lunes al embajador estadounidense, Mark Lippert, herido con una navaja el jueves pasado por un nacionalista coreano.
Funcionarios del hospital donde está el diplomático afirman que éste se encuentra ansioso por volver a trabajar, tras ser herido en la cara.
La presidenta Park Geun-hye le dijo al diplomático que, habiendo sido ella misma víctima de un atentado similar en 2006 y sometida a cirugía en el mismo hospital, "me parte el corazón pensar que un embajador tuviera que pasar por lo mismo".
Lippert -quien recibió un gran tajo en su rostro y una herida en el brazo- podría ser dado de alta el martes, según funcionarios del hospital.
"Él ha manifestado enfáticamente su deseo de regresar a sus labores", declaró Yoon Do-heum, director general del Hospital Severance.
Mientras tanto, la policía indicó que la investigación sobre el atentado prosigue y las autoridades están viendo la posibilidad de que el sospechoso, Kim Ki-Jong -quien fue detenido en la escena del ataque- tuviera cómplices.
El FBI está "respaldando activamente" la investigación, agregó Yun Myeong-Seong, jefe de la estación policial Jongno.
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