De 10 a 20% de la población mayor de 55 años sufrirá un problema cardiovascular que comienza con un dolor en las piernas.
Algo tan simple como un dolor en las piernas durante el ejercicio o reposo, no debe de ignorarse. Podría estar desarrollando un problema en el corazón conocido como la enfermedad vascular periférica.
¿Qué es lo que causa esta enfermedad?
“Las arterias en general, como las arterias del corazón, se pueden llenar de placas de colesterol y calcio que básicamente limiten el flujo sanguíneo”, explica el doctor Juan Pastor Cervantes, cardiólogo.
La prevalencia de la enfermedad se va incrementando con respecto a la edad del paciente.
“Tenemos un 10 a 20% de la población mayor de 55 años que tiene la enfermedad vascular periférica, la mayoría de las veces no diagnosticada a tiempo”, indica el cardiólogo.
Los factores de riesgo que resultan en el desarrollo de esta enfermedad son varios.
Salud
“El paciente que obviamente que tiene un hábito de fumar crónico, pacientes con diabetes, pacientes con hipertensión arterial, los pacientes con elevación de colesterol, el sobrepeso, la falta de ejercicio… son básicamente todos los factores de riesgo convencionales para desarrollar una enfermedad vascular tanto coronaria como periférica”, agrega el especialista.
La manifestación más común de esta enfermedad es el dolor, aunque no todos los pacientes son sintomáticos.
La localización del dolor corresponde al área del torrente arterial que está obstruido.
Si existe dolor, debe visitar a un especialista para analizar su historial y evaluarle sus pulsos distales.
“Desarrollamos un método que se llama el índice tobillo-brazo donde medimos la presión arterial del brazo y la presión arterial del tobillo. Si hay una diferencia grande significativa con disminución de presión a nivel del tobillo se hace el diagnóstico de enfermedad vascular periférica y de ahí llevamos al paciente a tomar un ultrasonido, hacer una resonancia magnética, o una tomografía con contraste para ver donde se encuentra el bloqueo”, considera el doctor Cervantes.
Al confirmar el bloqueo, los médicos ponen al paciente en terapia antiplaquetaria.
Si el paciente no mejora, es llevado a la sala de cateterismo para hacerle una geografía periférica y tratar de desbloquearlo, l mayoría de las veces con balones o stents que tienen un fármaco que ahora disminuye la cicatrización.
Ninguna terapia es permanente. Es primordial tratar la enfermedad de base.
Descartando el factor genético, un cambio para una vida más saludable puede prevenir esta enfermedad.
