Las lesiones en competencias olímpicas

Samir Ait Said, el gimnasta francés que compitió el sábado, monopolizó la atención por lamentables razones: después de años de esfuerzo para brillar en el espectro olímpico, se fracturó al completar un salto a caballo en plena competencia.

Escalofriante fractura de gimnasta francés

Pero este doloroso fantasma ha afectado a otros atletas de alta competencia. Por ejemplo, el también gimnasta japonés Shun Fujimoto completó las pruebas de los Juegos de 1976 con una fractura y en pleno dolor. Su padecer logró la meta y le dio la medalla dorada a su país.

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Por su parte, el clavadista estadounidense Greg Louganis se golpeó la cabeza contra el trampolín en un salto en Seúl 1988. Aún con sutura y dolor, siguió adelante en competencia y años después confesaría que no sólo le preocupaba ganar la medalla, sino que para ese momento sabía en secreto que era VIH positivo y las implicaciones que podía generar su sangramiento. 

En México 1968 la lección de compromiso deportivo la dio el tanzano John Stephen Akhwari la completar el maratón de 42 kilómetros de último. Fue el más aplaudido, sin embargo, porque se había lesionado al inicio y aunque cruzó tres horas después la meta, lo hizo para demostrar su temple y el amor a su país. Fue bautizado después de ello como "el rey sin corona". 

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