RÍO DE JANEIRO.- La jinete holandesa Adelinde Cornelissen decidió no participar en la prueba de doma de los Juegos Olímpicos Río 2016 para proteger a "Parvizal", su enfermo caballo.
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Adelinde se levantó muy ilusionada a las 6 am de un día de la semana pasada para entrenar, pero cuando llegó al establo encontró que su amigo "Parvi" tenía fiebre y estaba golpeando las paredes con sus patas. Lo había picado un insecto.
Llamó rápidamente a los veterinarios, quienes le administraron antibióticos y abundante líquido para tratar de mejorarlo.
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La desesperación se apoderó de Adelinde, quien durmió en el establo junto a su inseparable compañero para darle el indispensable apoyo sentimental, a ese ejemplar equino que se había entregado a ella durante varios años para que juntos consiguieran tantos logros internacionales.
El día de la competencia la fiebre había bajado y "Parvizal" ya estaba comiendo y bebiendo bien.
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Adelinde se ilusionó y decidió participar en la competencia, pero segundos antes de salir a la escena se percató de que estaría sometiendo a la bestia a un estrés que podía traerle nefastas consecuencias. No quería defraudar a sus compañeros de equipo, pero para ella lo primero era la salud de su caballo.
Salió al ruedo, dio unos pasos, levantó la mano y se retiró
Ya ambos sabían lo que era encaramarse en un podio olímpico, pues en Londres 2012 habían conseguido la plata individual y el bronce por equipos.
Adelinde ha recibido grandes muestras de apoyo por su decisión de proteger a "Parvizal", quien a sus 19 años no es un jovenzuelo al que pueda exponer a semejantes condiciones.
La jinete utilizó su cuenta de Facebook para informar que su amigo se había recuperado completamente y que "Parvi", aunque sin poder transmitírselo verbalmente, le había agradecido el humano gesto de protegerlo.
