Los Pumas golearon por 4-1 al Olimpia paraguayo y ganaron su clasificación a los octavos de final al lado del Deportivo Táchira venezolano a una jornada del fin de la actividad del grupo 7 de la Copa Libertadores.
Los Pumas alcanzaron 12 puntos al frente del grupo 7, en el que el Táchira tiene 9 y ya eliminados están con cuatro puntos el Olimpia y el Emelec ecuatoriano.
El Olimpia abrió el marcador en el minuto 20 con un remate de cabeza de Christian Riveros, pero Pumas le dio la vuelta con cuatro goles en el complemento, tres de los cuales cayeron en un periodo de nueve minutos.
Los uruguayos Gerardo Alcoba y Matías Britos anotaron al 46 y al 50, al 54 lo hizo el mexicano Eduardo Herrera y en el 70 cerró la cuenta el argentino Ismael Sosa en el partido jugado en el estadio Olímpico Universitario.
Pumas abrió el juego con un ritmo intenso al ataque que le dio dos excelentes oportunidades de anotar antes de encajar el gol de Riveros y una al cierre del primer tiempo cuando buscaba irse al descanso sin mayor daño.
José Leguizamón sacó de la línea de gol un remate de Ismael Sosa al m.11 y el guardameta Diego Barreto tuvo un par de intervenciones en disparos de Javier Cortes y un remate de cabeza de Sosa que mantuvieron en cero la meta del Olimpia.
El Olimpia aguantó los obuses de Pumas y dio un par de avisos de peligro sobre el rival antes de que Riveros los pusiera en ventaja al m.22 con un preciso remate de cabeza.
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El gol le favoreció al Olimpia porque estaba obligado a ganar para seguir con vida en la Libertadores, pero en el complemento el cuadro se desdibujó y encajó muy rápido los goles de los Pumas, que mejoraron su nivel.
El cambio vino con la reanudación cuando Alcoba anotó con un remate de cabeza en un tiro de esquina al 47, su compatriota Britos marcó al 51 y Herrera puso el 3-1 al rematar una pelota que un defensor no pudo sacar del área
La expulsión de Leguizamón al 61 complicó aún más la situación del Olimpia y el gol de Sosa al 68 apagó al equipo paraguayo en un partido que redujo su intensidad hasta el pitido final ante unos 14.000 aficionados.
