Cuba limitará desde este lunes el acceso al balneario turístico de Varadero, su principal destino de sol y playas, como parte de las medidas aplicadas para evitar la propagación del coronavirus.
La entrada a Varadero solo estará autorizada a los empleados de las instalaciones turísticas que trabajan en su acondicionamiento para una futura reapertura y a los constructores que ejecutan inversiones no aplazadas a pesar de la situación epidemiológica.
A los empleados del turismo y a los constructores se les realiza un control epidemiológico "estricto", señalaron fuentes oficiales, que añadieron que a todas las personas que trabajan, residen o tienen funciones en Varadero no tendrán problemas para entrar.
Varadero no tiene actualmente actividad recreativa ni comercial a causa de las restricciones dispuestas para el enfrentamiento a la pandemia y las acciones que se realizan están enfocadas en su alistamiento para el momento que se decida abrir.
Las autoridades cubanas han informado que mantendrán por ahora sus fronteras cerradas y la isla seguirá sin recibir turistas, período en el cual el sector se dedica al mantenimiento y mejoras de sus instalaciones hoteleras y a la preparación sanitaria una vez que se retorne a la normalidad.
En el momento en que se declaró la crisis sanitaria en Cuba, más de 24.000 turistas se encontraban en Varadero. El balneario cuenta con más de 21.950 habitaciones distribuidas en 52 instalaciones hoteleras, el 83% de ellas administradas y comercializadas por compañías extranjeras como las españolas Meliá, Iberostar y Globalia, y la canadiense Blue Diamond.
Actualmente en Cuba el uso de la mascarilla es obligatorio en espacios públicos y, aunque no hay confinamiento forzado, se ha pedido no salir de casa excepto para actividades imprescindibles como ir al mercado o hacer trámites.