Cinco años. Dicho así podría parecer poco tiempo. En la práctica lo es. Pero para el niño William ha significado todo lo que sus padres han perdido de él, de su niñez, los primeros recuerdos de una adolescencia también perdida, vista y vivida desde la lejanía, separados por poco más de 90 millas.
Pero hoy la distancia y el tiempo van cediendo, se acortan. Tras el demolador paso de los años, llegó el día en que la esperanza del abrazo de reencuentro se materializa, se sabe en el horizonte, se disfruta. William recibió su visa a su nuevo hogar, donde sus padres les han esperado durante los últimos cinco años.
Entretanto, continúan llegando a Bogotá los cubanos con entrevista fijada para tramitar sus visas de inmigrante hacia los EEUU. Aquí, no solo deben preocuparse por tener todos los papeles en regla sino por dónde dormir o comer, mientras dura todo el proceso, que pudimos comprobar es rápido.
Sin embargo, para muchos la tramitación podría agilizarse aún más, si se extendieran algunos mecanismos ya creados. Por ejemplo, hablan de una "compañía" que brinda un "paquete" de servicios a los cubanos: desde la recogida en el aeropuerto, el alojamiento y comidas y el transporte a la Embajada.
