Funcionarios estadounidenses dijeron que la administración Trump se está preparando para pedirle a Cuba que reduzca el personal de su embajada en Washington en un 60 por ciento.
La medida sigue a la decisión de la semana pasada de reducir el personal estadounidense en la embajada de La Habana por una cantidad similar. Ese movimiento fue en respuesta a misteriosos ataques de salud a trabajadores del gobierno de los Estados Unidos en Cuba que han afectado su audición, equilibrio y visión.
Los funcionarios dicen que se espera que el Departamento de Estado anuncie la decisión el martes. Ellos dicen que la intención no es castigar a Cuba, sino asegurar que ambos países tengan un número similar de diplomáticos en sus respectivas capitales. Los diplomáticos cubanos no serán expulsados formalmente a menos que La Habana se niegue a enviarlos a casa.
Los funcionarios no estaban autorizados a hablar públicamente sobre el asunto y exigieron el anonimato.