Haciendo historia, estas embarcaciones cruzan el estrecho de la Florida, pero hay ciertos marineros que se tendrán que quedar con las ganar de hacer la travesía.
"Una regata que hace 50 años que no se ha hecho a La Habana”, afirmó Henry Chao, del comité organizador del evento.
Esta tarde desde Coconut Grove a Miami Beach y de ahí, una carrera que comenzó en el océano: la Regata Miami-Habana, organizada por las marinas Coral Reef y Hemingway en La Habana.
"Los veleros quieren estar más allá de la política. Ojalá esta sea una más de las que vengan”, comentó Chao.
Luego del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Washington y La Habana, Cuba se abrió como destino a los marineros estadounidenses.
Pero los cubanoamericanos nacidos en Cuba no podrán hacerlo, pues el gobierno de la isla les tiene vetada su participación. Ninguna persona nacida en Cuba puede entrar a sus aguas territoriales por vía marítima, según las leyes migratorias vigentes.
“Lo que más me molesta es que le gobierno cubano hace parecer que no somos razonables, que no nos sometemos a solicitar el pasaporte y nosotros sabíamos que el reí saltado iba a ser No”, comentó Viani Navarrete, uno de los participantes que no podrá ir.
Según Navarrete, la renuencia de Cuba constituye franca violación de códigos de la federación US Sailing. La regla 76.1 dice que no se le puede negar la participación a navegantes por nacionalidad.
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Un nuevo capítulo de sueños sin realizar entre Cuba y Miami.
