La Iglesia Católica en Panamá podría intervenir para que evitar que un grupo de inmigrantes cubanos sean deportados a la isla.
La intención del jefe de Migración de Panamá de firmar un convenio con el régimen cubano para deportar a decenas de inmigrantes varados allí, ha sorprendido hasta al secretario general de la entidad católica Caritas.
El diácono Víctor Berrío tiene ahora mismo a casi 300 cubanos en el alberge de Caritas en la Ciudad de Panamá. El permitió que se convirtieran sus oficinas en un refugio y asegura que la Iglesia Católica moverá cielo y tierra para evitar que sean deportados a Cuba.
De hecho, este lunes los obispos de Panamá se reunirán con el presidente del país, Juan Carlos Varela, para pedirle que tenga un gesto humanitario con este grupo.
Algunos cubanos están intranquilos al ver incluso que patrullas de la policía se acercan al albergue. Regresar a Cuba para ellos es como si se les cayera el mundo encima.
Como posible solución, la Caritas abogará para que Panamá no firme un acuerdo de deportación con La Habana, y para que se les permita permanecer en el país a los inmigrantes cubanos que se quedaron varados aquí tras el fin de la política de "pies secos pies mojados", el pasado 12 de enero.
