Propuesta de restricción de viajes a Cuba es rechazada

La política de acercamiento entre Cuba y Estados Unidos que ha tratado de poner en marcha el presidente Barack Obama, parece resquebrajarse ante la propuesta que estudia el Congreso de nuevo restringir viajes a Cuba y limitar el envío de dinero o remesas a la isla, por parte de ciudadanos cubano-americanos. El promotor de esta disposición es el representante republicano de origen cubano Mario Diaz-Balart y ha sido incluida dentro del proyecto de ley de gastos del Gobierno estadounidense, esto de acuerdo a la información de un rotativo local y varias agencias de noticias. Medios estadounidenses pronostican que el Congreso -de mayoría republicana-podría acceder a la iniciativa de Diaz-Balart. En una encuesta realizada por TELEMUNDO51.COM dónde participaron 1,500 personas, arrojó que el 54% de los participantes está en desacuerdo con el proyecto de ley y 46% apoya a Díaz-Balart. Los cubanoamericanos sólo podían viajar a la isla cada tres años con el único propósito de visitar a determinados familiares y enviar un máximo de 1,200 dólares al año en remesas. Obama permitió los viajes a la isla sin ningún tipo de limitación, así como el envío de dinero sin restricciones. Sin embargo, había dejado pendiente los viajes de estadounidenses a Cuba por motivos turísticos. De acuerdo al diario español ABC el número de cubano-americanos que viajó en vuelos directos a la isla aumentó un 60 por ciento desde 2009 hasta 2010, pasando de 2.003 pasajeros a 323.000, según precisó Armando García, presidente de la agencia de viajes Marazul, con sede en Miami.

Grupos a favor de suavizar el embargo contra Cuba mantienen una férrea campaña de presión para que el Congreso de EE.UU. no revierta la flexibilización de los viajes y remesas a Cuba, como buscan algunos republicanos en el debate presupuestario actual.

"Los viajes y envíos autorizados bajo la política existente han ayudado a las familias cubanas a reducir su dependencia del Gobierno cubano e incluso les han permitido empezar sus propias empresas privadas. Al revertir estas políticas se condenaría a las familias cubanas a continuar su dependencia del Gobierno cubano", declaró a EFE Tomás Bilbao, director ejecutivo del Grupo de Estudio sobre Cuba.

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