Mueren niños a diario

WASHINGTON - Antes de la matanza de 20 niños en una escuela primaria de Connecticut, Luke Schuster, de 6 años, fue asesinado a tiros en Dakota del Norte, John Devine hijo y Jayden Thompson, ambos de 6 años, fueron muertos de manera similar en Kentucky y Texas. Veronica Moser-Sullivan, de 6 años, murió en una sala de cine en Colorado, mientras que Kammia Perry, también de 6 años, fue asesinada por su padre afuera de su casa en Cleveland, de acuerdo con una revisión de The Associated Press a reportes de prensa de 2012. Pero no se trató del ataque de un hombre armado cuando Julio Segura McIntosh murió de un tiro en la cabeza en Tacoma, Washington. El pequeño de 3 años se disparó por accidente con un arma que halló dentro de un auto. Mientras compartía el duelo de las familias de Newtown, el presidente Barack Obama dijo que el país no puede aceptar como rutina las muertes violentas de niños. Pero cientos de esos fallecimientos -sean accidentales o intencionales- indican que quizá ya lo sean. Entre 2006 y 2010, 561 niños de menos de 12 años murieron por heridas de armas de fuego, según los más recientes Reportes Uniformes de Delitos realizados por el FBI. Las cifras son uniformes año tras año: 120 en 2006; 115 en 2007; 116 en 2008, 114 en 2009 y 96 en 2010. El conteo del FBI no incluye muertes de niños por armas de fuego que las autoridades han considerado accidentales. "Esto sucede de manera demasiado regular y afecta a familias y comunidades, aunque no de golpe, por lo que no lo vemos y no lo comprendemos como parte de nuestra experiencia nacional", dijo Daniel Webster, director del Centro Johns Hopkins para Investigación y Políticas sobre Armas de Fuego. El número real de niños pequeños que murieron por incidentes con armas de fuego en 2012 no se dará a conocer sino hasta dentro de un par de años, cuando los reportes oficiales sean recabados y capturados en una base de datos para su análisis. Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades esperan publicar su conteo sobre 2011 a inicios del próximo año. En respuesta a lo sucedido en Newtown, la Asociación Nacional de Portadores de Armas, el mayor grupo de cabildeo del país a favor del derecho a la portación de armas, sugirió proteger a los niños de incidentes violentos asignando a un policía armado en cada escuela del país para cuando las clases reinicien en enero. Webster indicó, sin embargo, que existen más probabilidades de que los niños mueran por incidentes con armas de fuego en sus hogares o en la vía pública. Los menores suelen estar más seguros en las instalaciones educativas, aseguró. Ninguna de las 61 muertes analizadas por la AP sucedió en una escuela. Muchos de los niños que murieron en 2012 por heridas de bala recibieron disparos de armas que pertenecían a sus padres, otros familiares o personas que los cuidaban, o que simplemente estaban en su casa. Webster dijo que las muertes accidentales de niños por arma de fuego han disminuido desde que los estados aprobaron leyes que exigen que sean guardadas bajo seguro o que cuenten con seguros. Pero incluso las personas entrenadas en el uso de armas cometen errores, y éstos son costosos. Un policía de Springfield, Utah, tenía un arma en su casa que las autoridades dijeron no contaba con seguros. Su hijo de 2 años la encontró y se disparó el 11 de septiembre. Sus nombres no fueron revelados. El gobierno de Obama busca impulsar leyes más estrictas sobre el acceso a armas de fuego, con medidas como prohibir la venta de fusiles de asalto, mejorar el proceso de revisión de antecedentes de los compradores y restringir los cargadores de gran capacidad. Ello, no obstante, sería de poca ayuda para víctimas como Amari-Purrel Perkins, de Maryland. El pequeño se disparó en el pecho el 9 de abril con un arma que un adulto escondió en una mochila con imágenes de Spiderman. Como la mayoría de los niños muertos en Newtown. Amari tenía 6 años.

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