Investigan muerte en paracaídas

Este jueves cerró sus puertas una empresa dedicada a los vuelos con parapente después de que una de sus clientes muriera un día antes de forma extraña. La mujer, de 28 años, visitaba el sur de la Florida desde Connecticut cuando tuvo lugar el accidente en las aguas de Pompano Beach. Kathleen Miskell, la víctima, estaba volando colgada de un paracaídas y arrastrada por una lancha motora cuando se le rompió el arnés de seguridad en la tarde del miércoles y cayó unos 175 pies hasta estrellarse contra el mar, dijo la portavoz de la Ciudad de Pomnpano Beach, Sandra King. "Cayó entre 150 y 200 pies boca abajo, y eso es como golpear una pared de cemento", dijo el alcalde de Pompano Beach, Lamar Fisher. "Qué pena que el esposo tuvo que verlo todo". Miskell fue recogida del mar todavía con vida y trasladada al hospital Broward Health North, donde fue declarada muerta. La lancha motora es propiedad de WaveBlast Water Sports, que provee servicios de parapente en Pompano Beach. La Comisión de Vida Salvaje de Florida y la oficina del Sheriff de Broward están investigando lo ocurrido. En el 2007 falleció una turista de forma similar. Se llamaba Amber White y murió en un accidente de parapente también en Pompano Beach. El deporte de parapentes no está regulado por el estado.

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