Precandidatos republicanos se atacan entre sí

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Los precandidatos republicanos a la presidencia de Estados Unidos se atacaron mutuamente como nunca antes en su debate más reciente, conscientes de que faltan 11 semanas para las elecciones y muchos votantes republicanos siguen indecisos.

Tras el debate de dos horas el martes por la noche, fue evidente que Mitt Romney sigue siendo la persona a vencer, pero quedó considerablemente lastimado en varios temas, como la inmigración ilegal, la atención pública de salud y el empleo.

El combativo debate en Las Vegas fue la primera vez en que los contendientes tratan al empresario Herman Cain como una amenaza seria y fustigaron agresivamente su plan fiscal 9-9-9, tal vez infligiéndole heridas graves.

El gobernador de Texas, Rick Perry, dejó atrás su estilo sereno de debate al criticar a Romney tan enérgicamente que en algunas ocasiones ambos hombres parecieron cerca de enfrentarse a golpes. Perry fue contundente desde el principio, haciendo muchos esfuerzos para revertir la reciente caída en su campaña electoral y recolocarse como la alternativa más viable a Romney, ex gobernador de Massachusetts.

Los espectadores de los primeros 60 minutos y los últimos 10 minutos del debate televisado, vieron a los siete contendientes hacer su mayor esfuerzo hasta la fecha para diferenciarse unos de otros y exponer las debilidades de los demás.

Esa táctica los dejó con relativamente poco tiempo para atacar al presidente Barack Obama, pero eso es algo en que de todos modos ya están de acuerdo.

Algunos intercambios de golpes se fueron a lo personal, aunque de manera casi insignificante. Romney criticó en repetidas ocasiones a Perry y al ex senador de Pensilvania Rick Santorum por hablar sobre él. Perry acusó a Romney de hacer acusaciones falsas y le recordó a los votantes que Romney contrató a inmigrantes ilegales para hacer trabajos de jardinería hace unos años.

Romney respondió que él no contrató a los trabajadores ilegales directamente sino a una empresa para que le podara el césped y que no sabía que tenía a inmigrantes ilegales en su nómina. Dijo que le pidió a la compañía de jardinería que los despidiera.

Perry dijo que era "el colmo de la hipocresía" que Romney criticara los antecedentes del texano en cuanto al tema de la inmigración.

Romney puso su mano sobre el hombro de Perry y le preguntó: "¿Sólo vas a seguir hablando?" Romney dijo que Perry había sufrido por un desempeño pobre en algunos debates "por lo que te vas a enojar". Fue uno de varios momentos que rayaron en la condescendencia.

Cuando Romney dijo que el 40% de los nuevos empleos en Texas han sido últimamente para inmigrantes ilegales, Perry dijo acaloradamente: "Eso es una falsedad absoluta, Mitt".

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