Los padres y la seguridad escolar

Los casos de violencia de alto perfil, particularmente aquellos en las escuelas, pueden confundir y atemorizar a los niños que pueden sentir que están corriendo peligro o pueden sentirse preocupados porque piensan que sus amigos o las personas que aman puedan estar en peligro. Los padres y el personal escolar pueden ayudar a que los niños se sientan seguros si establecen un sentido de normalidad y seguridad y hablan con ellos acerca de sus temores. 1. Asegure a los niños que están a salvo. Enfatice que las escuelas son lugares muy seguros. Valide los sentimientos de los niños. Explíqueles que cuando ocurre una tragedia es algo normal tener todo tipo de emociones. Permita que los niños hablen acerca de sus sentimientos, ayúdelos a que vean las cosas en perspectiva y ayúdelos para que expresen esos sentimientos de una manera apropiada. 2. Saque tiempo para conversar. Permita que sean las preguntas de los niños las que le guíen respecto a cuánto información debe proporcionarles. Sea paciente. Los niños y los adolescentes no siempre hablan de sus sentimientos con facilidad. Esté a la expectativa de señales que le indiquen que los niños quieren conversar con usted, por ejemplo, si están dando vueltas alrededor suyo cuando usted está lavando los platos o trabajando en el jardín. Algunos niños buscan una vía de escape en la escritura, tocando música o haciendo un proyecto de arte. Los niños pequeños puede que necesiten actividades concretas que los ayudan a identificar y expresar sus sentimientos, como por ejemplo dibujar, mirar un libro ilustrado o juegos donde usan su imaginación. 3. Haga que sus explicaciones se desarrollen de una manera apropiada. • Los estudiantes que están en los primeros grados de primaria necesitan información breve, simple y equilibrada, donde se hace énfasis de que sus hogares y la escuela son lugares seguros donde los adultos están ahí para protegerlos. Bríndeles ejemplos simples acerca de la seguridad de la escuela recordándoles que hay puertas exteriores que están cerradas con llaves, que los niños cuando están en el patio de recreo están supervisados y que durante el día escolar se hacen prácticas de emergencia. • Los estudiantes que están en los últimos años de primaria y los primeros grados de intermedia harán más preguntas acerca de si verdaderamente están en un lugar seguro y qué es lo que se está haciendo en su escuela para que ésta sea un sitio seguro. Puede que usted necesite ayudarlos para que separen la realidad de la fantasía. Discuta los esfuerzos que hacen los líderes escolares y comunitarios para proporcionarles escuelas seguras. • Los estudiantes que están en los últimos grados de intermedia y en la secundaria tendrán opiniones firmes y variadas acerca de las causas de la violencia en las escuelas y en la sociedad. Compartirán con el adulto sugerencias concretas acerca de cómo hacer que la escuela sea un lugar más seguro y cómo prevenir las tragedias en la sociedad. Enfatice que el papel de los estudiantes para mantener una escuela segura consiste en seguir las pautas de seguridad. Por ejemplo, no permitiendo el acceso de personas extrañas al edificio, informar a la administración de cualquier persona que se encuentre en el recinto escolar, deben comunicar a un adulto acerca de cualquier amenaza a la seguridad escolar ya sea por parte de estudiantes o por miembros de la comunidad, etc., también deben comunicar cualquier inquietud que tengan sobre seguridad a un miembro del personal escolar y buscar ayuda para cualquier necesidad emocional. 4. Revisar los procedimientos de seguridad. Esto debe incluir procedimientos y salvaguardas en la escuela y en el hogar. Ayudar a que los niños identifiquen a por lo menos un adulto tanto en la escuela como en la comunidad a los que puedan recurrir en caso de que se sientan amenazados o en peligro. 5. Observe el estado emocional de los niños. Algunos niños puede que no expresen sus inquietudes de una manera verbal. Los cambios en el comportamiento, el apetito y los patrones de sueño pueden indicar el nivel de ansiedad o malestar de un niño. En el caso de muchos niños, estos síntomas pasan con el tiempo o cuando se les brinda seguridad. Sin embargo, algunos niños puede que estén en peligro de sufrir reacciones más intensas. Los niños que han sufrido experiencias traumáticas en el pasado o la pérdida de un ser querido, que sufren de depresión u otra enfermedad mental o que tienen necesidades especiales puede que estén en mayor riesgo de sufrir reacciones más severas que otros niños. Si tiene inquietudes, busque la ayuda de un profesional de salud mental. 6. Limite lo que el niño puede ver en la televisión cuando está transmitiendo este tiempo de eventos. Limite la televisión y manténgase al tanto de si está prendida o no en las áreas comunes. La información que es inapropiada para los niños puede causar ansiedad o confusión, particularmente en el caso de los niños pequeños. Los adultos también tienen que estar conscientes de lo que dicen mientras conversan cuando los niños o los adolescentes están presentes y limitar los comentarios airados, de venganza y odio que pueden ser malinterpretados. 7. Mantenga la rutina habitual. Mantener una rutina regular puede ser tranquilizante además que promueve la salud física. Asegúrese de que los niños duermen lo suficiente, toman sus alimentos de manera regular y que hacen ejercicios. Anímelos para que estén al día en sus trabajos escolares y en sus actividades fuera de la escuela, pero no los obligue si es que se sienten abrumados. Los puntos que se sugiere deben enfatizar cuando conversan con los niños. • Las escuelas son lugares seguros. El personal escolar trabaja con los padres y los proveedores de seguridad pública (la policía local, el departamento de bomberos, los equipos que responden durante una emergencia, los hospitales, etc.) para que ustedes estén seguros. • El edificio escolar está seguro porque. . . (cite procedimientos específicos de la escuela). • Todos jugamos un papel en la seguridad escolar. Tienes que estar alerta y comunicarle a un adulto si oyes o ves algo que te haga sentir incómodo, nervioso o atemorizado. • Hay diferencia entre hacer un informe acerca de una inquietud respecto a la seguridad escolar, a hacer una acusación o entrar en el chisme. Puedes proporcionar importante información que prevenga a alguien hacer un daño. Puedes hacer el informe de manera anónima a un adulto de tu confianza contándole qué es lo que sabes o lo que escuchaste. • No pienses mucho en las peores posibilidades. Aun cuando no hay garantía absoluta que nunca va a ocurrir nada malo, es importante entender la diferencia que existe entre la posibilidad de que ocurra algo y la probabilidad de que afectará nuestra escuela. • Todo el mundo tiene dificultades para comprender la violencia sin sentido. Haciendo las cosas que te gustan, siguiendo tu rutina normal y compartiendo con familiares y amigos nos ayudará a sentirnos mejor y a dejar de preocuparnos acerca del evento. • Algunas veces las personas hacen cosas malas que lastiman a otros. Puede ser que no puedan controlar su ira, que estén bajo la influencia de las drogas o el alcohol o sufran de enfermedades mentales. Los adultos (padres, maestros, policías, doctores y líderes religiosos) trabajan muy duro para ayudar a todas estas personas e impedirles que hagan daño a otros. Es muy importante que todos nosotros estemos conscientes de que debemos pedir ayuda si nos sentimos muy molestos o con ira y que debemos mantenernos alejados de las drogas y el alcohol. • Mantente alejado de las armas. Confíale a un adulto si sabes de alguien que tiene un arma. El tener acceso a armas es uno de los factores de riesgo que llevan a actos de violencia mortal. • La violencia nunca es la solución para resolver problemas personales. Los estudiantes pueden ser parte de una solución positiva al participar en programas en la escuela en pro de la no violencia, cuando aprenden la destreza para mediar conflictos y cuando buscan la ayuda de un adulto si es que ellos o un amigo están batallando con la ira, la depresión u otras emociones que no pueden controlar. ****Esta información está basada en parte en un boletín de la Asociación Nacional de Psicólogos de Escuelas (NASP por sus siglas en inglés).

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