Decisión 2018: Tu voto cuenta

Pocas elecciones de medio término tienen tanto impacto como estas del 2018.

Pocas elecciones de medio término tienen tanto impacto como estas del 2018, en las que hay en juego una variedad de cargos a nivel municipal, estatal y federal, incluyendo la gobernación de Florida, la elección de uno de los dos senadores federales y un par de escaños clave al congreso federal.

Y en este contexto, los votantes hispanos, especialmente los del sur de la Florida, tienen más influencia que nunca. 

Con los comicios previstos para noviembre, es más importante que nunca estar informados para elegir a las autoridades de una manera responsable.

Una de las contiendas que acapara la atención, tanto por lo conocido de los contrincantes como por lo parejo de las encuestas, es la del escaño por el senado federal, que el demócrata Bill Nelson ha tenido desde el 2001.

Pero en esta ocasión Nelson enfrenta un serio desafío en la figura del gobernador Rick Scott, quien dejará su cargo en el ejecutivo estatal a final del año.

Nelson se reeligió con relativa facilidad en el 2006 y el 2012 pero, en caso de triunfar, Scott se sumaría a Marco Rubio y Florida tendría dos senadores republicanos por primera vez desde 1875. En más de 140 años siempre ha habido o dos senadores demócratas o un demócrata y un republicano.

Scott, un multimillonario de la industria farmacéutica, ha maniobrado hábilmente para ganarse las simpatías de los votantes puertorriqueños, que tradicionalmente se alinean con los demócratas, pero que tienen presente la ayuda que el gobernador ofreció el año pasado a Puerto Rico tras la devastación causada por el huracán María.

En el caso de la carrera para reemplazar a Scott en la gobernación, se da un enfrentamiento muy interesante entre dos figuras jóvenes -ambos tienen 39 años- con un marcado contraste.

El candidato republicano Ron DeSantis es un político conservador de Jacksonville asociado con el Tea Party, que cuenta con el respaldo del presidente Donald Trump.

DeSantis se impuso fácilmente en las primarias ante el ex comisionado de Agricultura, Adam Putnam.

Del lado demócrata, la gran sorpresa en las primarias de agosto la dio el alcalde de Tallahassee, Andrew Gillum, quien superó a la ex congresista Gwen Graham, yal ex alcalde de Miami Beach, Philip Levine, a pesar de que no aparecía como un serio contendiente en las encuestas.

Gillum, conocido por sus ideas liberales, se convirtió así en el primer candidato afroamericano a la gobernación del estado.

Los demócratas intentarán romper una tendencia desfavorable, ya que el último demócrata en ganar una elección por la gobernación de Florida fue Lawton Chiles en 1994.

El sur de la Florida, además, será escenario de dos interesantes contiendas al congreso federal en los distritos 26 y 27.

Tras el anuncio del retiro de la cubanoamericana Ileana Ros-Lehtinen, quien ha sido congresista desde 1989, el escaño por el distrito 27 quedó abierto a una contienda de primer nivel entre republicanos y demócratas.

En el lado republicano, la periodista cubanoamericana María Elvira Salazar superó claramente en las primarias a otros ocho precandidatos y tiene serias aspiraciones al triunfo, tras recibir el respaldo de la propia Ros-Lehtinen.

La candidata demócrata es Donna Shalala, ex secretaria de Salud en la Administración Clinton, ex presidenta de la Universidad de Miami y ex presidenta de la Fundación Clinton.

Shalala es considerada como una figura de peso en la política local, pero lució vulnerable en la primaria superando por poco al representante estatal David Richardson.

En el caso del distrito 26, creado en el 2012 y que tuvo como primer representante al demócrata Joe García, el republicano Carlos Curbelo buscará reelegirse por segunda ocasión tras derrotar a García en el 2014 y el 2016.

Curbelo ganó la primaria fácilmente ante Souraya Faas y enfrentará en noviembre a la demócrata Debbie Mucarsel-Powell. 

El distrito 26, que incluye el sur del condado Miami-Dade y parte del condado Monroe, tiende a ser liberal y en las últimas dos elecciones presidenciales respaldó de manera clara a Barack Obama y a Hillary Clinton.

El cubanoamericano Curbelo ha mantenido posiciones moderadas sobre todo en lo que respecta a políticas de inmigración.

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