Un pequeño aparato que cabe en la palma de la mano se presenta como una gran ayuda para anticipar cualquier movimiento y evitar tragedias en edificios.
Mario Verciani, director ejecutivo de SmartCore Systems, considera que "estos son específicamente 2 sensores. Los usamos para monitorear el comportamiento estructural del edificio y si tiene rajaduras".
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Verciani es un emprendedor italiano que se instaló en Miami previo al derrumbe en Surfside. Cuando les pidió a los ingenieros del edificio donde vive una declaración que garantice la seguridad, recibió la respuesta menos pensada. No se puede, entonces se puso a trabajar.
"En lugares como el sur de Florida no tenemos terremotos pero construimos sobre suelos mixtos, piedra caliza, etcetera. Es un ambiente corrosivo por el agua de mar y tenemos vientos huracanados que someten a los edificios a fuertes tensiones", advierte Verciani.
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Los sensores funcionan a batería que "pueden durar desde 1 año y medio hasta 4 o 5 años ... Entonces, un correo electrónico dirige toda la información a la plataforma donde pueden acceder los ingenieros o los mismos propietarios".
Un buen ejemplo es del Resort Marenas Beach. Un estudio determinó que el edificio se había hundido una pulgada entre 2016 y 2023, pero los sensores que se instalaron un año después mostraron que la estructura estaba intacta.
Cynthia Pérez, gerente del resort Marenas Beach, explica que "realmente nos da tranquilidad a los residentes, al igual que a los huéspedes del hotel y todos nuestros asociados".
Local
Sensores como estos se usan para controlar grandes estructuras, por ejemplo, puentes de ferrocarril en el Reino Unido y hasta el Coliseo de Roma, contó Mario.
El costo de mantenimiento, en promedio, para cada edificio es de 1600 dólares por mes. Esto representa entre 4 a 15 dólares por residente, según la cantidad de apartamentos que tenga el condominio.