En el corazón del Coconut Grove, está el Miami City Hall, el ayuntamiento de Miami. El edificio de dos plantas fue la primera sede de Pan American Airways, que en la década de 1930 comenzó sus primeros vuelos comerciales y convirtió a Miami en la gran puerta a las Américas.
Desde su entrada, el Miami City Hall refleja la obra de los jóvenes arquitectos Delano y Aldrich.
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“Da la idea de ser el fuselaje de un avión”, explica Stephanie Severino, del Miami City Hall. “El diseño es otra de las cosas por las que este lugar es muy significativo, porque revolucionó en aquel entones lo que era la acquitectura”.
La historia de la aviación está ligada a Miami. Glenn H. Curtiss fue el primer piloto que cruzó el Atlántico en hidroavión. Pionero de la aviación, fundador de las aerolíneas Pan American Airways y Cubana de Aviación, Curtiss llegó y se estableció en Miami en 1925.
“Él creó el aeropuerto de Opa-Locka como una escuela de aviación”, dice Martin Crossland, guía turístico de The Curtiss Mansion.
Curtiss fue uno de los pioneros en viajes de Miami a La Habana, vuelo de una hora y a un costo de 39 dólares.
Fue creador de los airboats que hoy circulan por los Enverglades. Sus últimos 10 años de vida fueron intensos y transcurrieron entre creadores como Bell, Ford y Edison. Sus guerras con los hermanos Wright tuvieron un final feliz y crearon juntos una compañía de motores que aún existe.
La casa de Glenn Curtiss aún sigue en pie en Miami Springs, ahora convertida en un lugar para eventos, donde se celebran muchas bodas. En el 2001, la mansión Curtiss ingresó al registro nacional de lugares históricos.
