La vuelta de Calamaro al rock: “quiero empezar de cero”

Se encuentra de gira en Colombia y anunció conciertos en México y posiblemente EEUU.

El músico argentino Andrés Calamaro dijo que quiere "empezar de cero" en la música, componer de forma distinta y encontrarse de vuelta con el rock.

"Quiero volver a una sala de ensayo para empezar de cero en la música. En lugar de componer solo con máquinas y que la música vaya en direcciones diferentes, quiero hacerlo con bajista, baterista y la guitarra en la mano porque me voy a encontrar con el rock de vuelta", declaró Calamaro a periodistas en rueda de prensa en Medellín, Colombia, donde se presentó el sábado.

Confesó que está en una fase distinta de su carrera, en la que no está presente una "creatividad desatada", pues ahora se "preocupa" más por "cantar bien". "Superé mis expectativas en cuanto a delirio, mala conducta y creatividad desatada cuando sentí que podía grabar y tocar cualquier cosa", acotó el artista.

Entretanto, el artista se mostró inquieto con la postura que tomó el escritor peruano Mario Vargas Llosa frente al Premio Nobel de Literatura otorgado al cantante Bob Dylan, pues considera que el cantante y compositor estadounidense hizo "suficientes méritos" para obtener este "premio metafísico o Nobel oral".

El novelista peruano dijo, durante la presentación de la edición alemana de su novela "Cinco esquinas" en Berlín, que el Premio Nobel de Literatura debe ser para escritores y no para cantantes, en alusión a la decisión de la Academia Sueca de otorgar el galardón a Dylan.

"Es raro. Mario Vargas es de una generación de los Rolling Stone y ya tendría que saber que Bob Dylan no es precisamente un gran cantante, pero sí que tiene categoría literaria", dijo. Para cerrar con los temas espinosos, "El Salmón", con algo de humor negro, desaprobó el muro que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, planea construir en la frontera con México.

Calamaro señaló que llevará sus conciertos a México y "probablemente a Estados Unidos, aunque haya que trepar algún muro. No creo que sea tan largo como la gran muralla china, ¡es increíble!, ¿cuántos ladrillos serán?".

Calamaro "abrazó" simbólicamente a la ciudad colombiana de Medellín con el recital íntimo y elegante que desplegó el sábado en el Teatro Metropolitano José Gutiérrez Gómez, donde desgranó con sutileza un ovacionado repertorio.

En su primera presentación en Colombia con su gira "Licencia para cantar, con la canción "La Libertad" y la mística de su armónica, anunció que no sería un concierto más.

Cualquier deuda pendiente con el público la saldó cuando ensambló una presentación que cumplió el deseo que lo reta en la actualidad: cantar mejor. Y lo pudo hacer porque el trío que lo acompañó hizo vibrantes sus interpretaciones de temas como "Bohemio", "Ansia en plaza Francia" y el bolero "Algo contigo".

Las mejores gotas de la pócima del genio salieron a la luz cuando puso freno al uso de los teléfonos celulares. Pidió intimidad. Y valió la pena. Brotó la mejor versión de Calamaro. Uno más contenido que fue regalando clásicos de su natal Argentina como "El día que me quieras", "Garúa" y "Piedra y camino" de Atahualpa Yupanqui, a quien llamó el criollo metafísico.

Se despojó de sus gafas, dio un saludo taurino al público de Medellín y soltó: "los abrazo con un abrazo simbólico". Así empezó a alternase el brillo con el contrabajista Antonio Miguel, el pianista Germán Wiedemer y el percusionista Martín Bruhn, quienes hicieron sonar de maravilla joyas como "Milonga del trovador", "Copa Rota", "Los Aviones" y "Tuyo siempre".

Calamaro se supo dosificar. Pero con el "ole, ole, ole" que le cantó todo el auditorio brotó algo de ese lado salvaje que habita en él para interpretar con aire taurino "El tercio de los sueños" y dar paso al momento de más euforia de su recital con "Para no olvidar", tema que le pidió a gritos que se uniera al piano de Wiedemer para juntos sacudir las teclas y las emociones de los más de 1,600 fanáticos.

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