Los compromisos artísticos y sus quehaceres como mamá no lograron que Beyoncé se perdiera el juego de baloncesto entre los Knicks de Nueva York contra los Heat de Miami, a donde fue acompañada de su esposo, el rapero Jay-Z.
A la cantante se le vio muy risueña y cariñosa con su marido, mientras disfrutaban en primera fila del partido de la NBA celebrado el domingo en el Madison Square Garden en Nueva York.
Pero como toda una diva, sus ojos estaban flanqueados por gafas oscuras y su pelo cubierto por un sombrero negro de ala ancha. Tampoco faltó su celular, y en un momento se le vio bien concentrada escribiendo en el teclado.
Con su presencia lograron que, para los asistentes al estadio, la derrota de los Knicks ante los Heat fuera un poco menos dolorosa.
