Luego del anuncio de la mudanza de los Raiders de Oakland a Las Vegas, las posibilidades de que esta ciudad albergue un Super Bowl incrementaron, sin embargo, esta opción no sería viable hasta el 2022.
Los próximos cuatro Super Bowls se disputarán en estadios nuevos o remodelados, siendo la ciudad de Minneapolis la próxima sede a disputarse el 4 de febrero de 2018 en la casa de los Vikings, que inauguraron su estadio el año pasado.
Atlanta albergará la edición en el 2019, Miami en el 2020 y Los Ángeles en el 2021.
El estadio de 1,900 millones de dólares sería financiado en parte por Bank of America quien dará $650 millones, los Raiders apoyarán con $500 millones, además de $750 millones que serán aportados por parte del público por un impuesto en las reservaciones para cuartos que fue aprobada el año pasado.
Aún pendientes de finalizar la ubicación del majestuoso estadio que albergaría a 65 mil personas, los aficionados que deseen comprar pases de temporada, podrán apartar su lugar con un deposito reembolsable de $100 dólares a partir de este martes en la página oficial del equipo.
Se estima que los Raiders puedan jugar en Las Vegas a partir de 2019 en caso de que se llegue un acuerdo para que dispute sus juegos de local en el Sam Boyd Stadium, casa de UNLV, mientras concluya la construcción del nuevo estadio que se espera que esté listo para el 2020.
