Las Olimpiadas de Sochi y el orgullo gay

Alrededor de las Olimpiadas de Invierno de Sochi 2014 han surgido varias controversias, la principal tal vez, la generada por el rechazo amañado del gobierno ruso a las comunidades gay.

Resulta contradictorio que un gobierno que quiere mostrar modernidad y poderío al mundo sucumba ante los conceptos básicos que acompañan el desarrollo de los pueblos, como los que tocan a los derechos humanos y de las especies vivas que habitan el planeta.

Las críticas contra la ley rusa 'antigay' no se han hecho esperar y se han reproducido por el mundo. Colectivos de gays, lesbianas, transexuales y bisexuales, han convocado manifestaciones en todo el mundo para reclamar sus derechos. Melbourne, Londres, Nueva York, París y San Petersburgo son solo algunas de las 19 ciudades desde donde se ha reclamado igualdad. Una ley rusa promulgada en junio de 2013 prohíbe la "propaganda" homosexual en espacios donde pueda haber menores y la castiga con multas y prisión, hecho que ha desatado una gran polémica en los últimos meses y ha llevado a algunos a amenazar con boicotear los Juegos. Putin, con la intención de apaciguar las aguas, ha dicho que los atletas y los visitantes homosexuales no tienen nada que temer en Sochi: "La gente tiene diferentes orientaciones sexuales. Acogeremos a todos los deportistas y visitantes de los Juegos Olímpicos", declaró en una entrevista con varios canales de televisión rusos y extranjeros grabada en Sochi. Después se dirigió a los homosexuales diciendo: "Pueden estar tranquilos y relajados, pero dejen a los niños tranquilos".

La intolerancia a la diversidad sexual a aumentado en los últimos años en Rusia, donde la homosexualidad estaba tipificada como delito hasta 1993 y era considerada una enfermedad mental hasta 1999.

La situación de los derechos humanos ahora mismo en el país "es muy problemática", señaló la ONG Human Rights Watch (HRW) en su informe anual presentado recientemente, destacando la escalada de la "violencia homofóbica" desde que entró en vigor la ley que, según ellos, estigmatiza a los homosexuales

Cómo parte de las protestas que se elevaron en el mundo, el Kremlin recibió una carta escrita por 27 premios Nobel y dirigida al presidente Vladimir Putin en la que se expresaban así: “Esperamos que al expresar nuestra oposición a la nueva legislación podamos alentar al estado ruso a aceptar los principios democráticos, políticos y humanitarios del siglo XXI". La carta fue publicada el 14 de enero por el diario británico 'The Independent'.

El presidente de Estados Unidos Barack Obama, por su parte, nombró como parte de la delegación de su país a la ex jugadora de tenis Billie Jean King, conocida activista de los derechos de los homosexuales.

En el Reino Unido han decidido atacar con humor la homofobia rusa y han lanzado una edición limitada de la cerveza 'Hola, mi nombre es Vladimir'. La etiqueta de la botella ofrece una imagen al estilo Andy Warhol en la que se ve a Vladimir Putin usando maquillaje. La etiqueta también contiene un mensaje satírico que dice "No es para gays". Los creadores describen el producto como la primera "cerveza de protesta" del mundo, lanzada para coincidir con estos controvertidos Juegos Olímpicos. La mitad de lo recaudado será destinado a organizaciones defensoras de las minorías.

Google defiende la diversidad

Entre las manifestaciones de protesta sobresalió el buscador de Google vestido de arco iris en la fecha de lanzamiento de los juegos.

Bajo el cuadro de búsqueda el buscador citaba el siguiente fragmento de la Carta Olímpica: “La práctica deportiva es un derecho humano. Toda persona debe tener la posibilidad de practicar deporte sin discriminación de ningún tipo y dentro del espíritu olímpico, que exige comprensión mutua, solidaridad y espíritu de amistad y fair play”.

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