El príncipe Enrique de Inglaterra utilizó hoy todo su ingenio y caradura para vencer en una carrera de 30 metros lisos al hombre más rápido del mundo, el atleta jamaicano Usain Bolt.
Enrique, de viaje oficial en Jamaica como parte de las celebraciones del Jubileo de Diamantes de su abuela la reina Isabel II, se encontró un difícil reto al llegar a Kingston, la capital del país: vencer en una carrera al plusmarquista mundial de los 100 metros lisos.
El hijo menor del príncipe Carlos y Diana de Gales -vestido con un chándal negro, amarillo y verde, los colores de la bandera de Jamaica- distrajo a Bolt señalándole la grada del estadio y aprovechó el momento en que su rival estaba de espaldas para empezar a correr hacia la línea de meta.
El jamaicano, con cara de no creerse lo que estaba pasando, se quedó inmóvil en la línea de salida, aunque parecía divertirle la triquiñuela del nieto de la reina Isabel.
En una segunda carrera disputada minutos después, esta vez con un juez dando el pistoletazo inicial, el príncipe volvió a vencer al jamaicano, que disputó el esprint andando y reservó sus piernas para rivales de más entidad.
Al terminar la carrera, Enrique y Bolt, de 27 y 25 años, respectivamente, posaron para los fotógrafos haciendo el característico gesto con los brazos que el atleta ha popularizado en sus celebraciones.
"Harry sabía que no podía ganarme, pero quería volver a Londres y contar que me había derrotado. Fue divertido, pero aún soy el hombre más rápido del mundo, por lo que aún tiene mucho camino que recorrer", bromeó Bolt, quien pareció congeniar con el príncipe.
Durante la visita al centro de entrenamiento de Kingston, donde los atletas jamaicanos se preparan para los Juegos Olímpicos de Londres, el príncipe confesó al plusmarquista de los 100 metros lisos que es copropietario de un caballo de carreras llamado "Usain Colt".
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Bolt reaccionó con el mismo buen humor que reinó durante toda la jornada y aseguró que era "un honor" que el nombre del caballo de carreras del príncipe Enrique se inspire en él.
El tercero en la línea de sucesión al trono británico realiza su primer viaje oficial en solitario y en representación de su abuela, que recientemente cumplió 60 años de reinado.
La gira del príncipe incluye las tres excolonias británicas en el Caribe, Belice, Jamaica y Bahamas, además de Brasil, donde llegará el 9 de marzo con el objetivo de promocionar el Reino Unido.
