Un grupo de inmigrantes detenidas en los últimos días consiguió el miércoles una suspensión temporal de sus deportaciones, mientras las autoridades estudian si reúnen los requisitos para recibir un estatus de refugiadas en Estados Unidos.
La suspensión temporal de las deportaciones de al menos 12 personas en el centro Dilley de Texas, fue emitida por la Junta de Apelaciones de Inmigración del Departamento de Justicia.
La organización Raíces dice que esto se logró porque las mujeres que iban a ser deportadas el miércoles insistieron en ver a un abogado.
Y esto es importante, porque a quienes ganaron la suspensión temporal de su deportación, les habían dicho que sus opciones estaban agotadas. Algo que el Secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, también expresó en un comunicado divulgado esta semana.
Encontraron que estas personas tienen en común ser de El Salvador o de Honduras, dos de los países más violentos en este hemisferio.
También desconocían el proceso legal y su derecho de apelar, y su acceso a representación legal era limitado.
Por otro lado, no vieron una orden judicial antes de que entraran en sus hogares.
La Junta de Apelaciones puede demorar hasta un mes en decidir si les permitiría seguir adelante con su caso.
