Explosión en Turquía deja más de 20 muertos

Se incendiaron al menos dos de los vehículos militares y decenas de ambulancias llegaron al lugar mientras que las columnas de humo negro se veían desde la distancia.

ANKARA, Turquía - Un carro bomba detonó el miércoles en la capital de Turquía cerca de vehículos que transportaban personal militar, lo que dejó al menos 28 personas muertas y otras 61 heridas, informaron las autoridades.

La explosión ocurrió durante la hora pico vespertina en el corazón de Ankara, en una zona cercana al parlamento y los cuarteles y alojamientos de las fuerzas armadas. Los autobuses que trasladaban personal militar fueron el objetivo mientras esperaban el cambio de luces de un semáforo, indicó el ejército turco, que condenó el "despreciable y cobarde" ataque.

"Creemos que entre aquellos que perdieron la vida estaban nuestros hermanos militares, así como civiles", dijo el viceprimer ministro, Numan Kurtulmus.

Se incendiaron al menos dos de los vehículos militares y decenas de ambulancias llegaron al lugar mientras que las columnas de humo negro se veían desde la distancia.

Nadie se responsabilizó de inmediato por el atentado, pero Kurtulmus prometió que las autoridades encontrarán a los perpetradores. Dijo que el gobierno designó a siete procuradores para la investigación del atentado, que estuvo "bien planeado".

Los rebeldes curdos, el grupo Estado Islámico (EI) y un grupo de extrema izquierda han realizado atentados recientes en el país. En octubre, atacantes suicidas aparentemente del EI cometieron un atentado durante una manifestación de paz a las afueras de la principal estación de trenes de Ankara, dejando 102 personas fallecidas.

El presidente turco Recep Tayyip Erdogan condenó el atentado y dijo que excede todos "los límites morales y humanos".

Turquía está determinada a combatir a los perpetradores así como a las "fuerzas" detrás de los atacantes, afirmó.

"Nuestra determinación para responder a los ataques en contra de nuestra unidad y nuestro futuro se fortalece con cada acción", aseguró Erdogan. "Debe saberse que Turquía no se contendrá de utilizar su derecho a defenderse", concluyó.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, también condenó la explosión y "espera que los perpetradores de este ataque terrorista sean llevados pronto ante la justicia", indicó el portavoz de Naciones Unidas, Stephane Dujarric.

Los ataques del miércoles ocurrieron en un tenso momento en el que el gobierno turco enfrenta varios retos. Un frágil proceso de paz con los rebeldes curdos colapsó a mediados del año pasado, y los renovados combates han desplazado a decenas de miles de civiles.

Turquía también ha colaborado en los esfuerzos encabezados por Estados Unidos para combatir al grupo Estado Islámico en la vecina Siria y ha tenido que enfrentar varios atentados con bomba durante el último año, que se le atribuyen al EI.

La guerra en Siria se lleva a cabo a lo largo de la frontera sur de Turquía. Recientes ataques aéreos por parte de fuerzas rusas y sirias han provocado que decenas de miles de refugiados sirios huyan hacia la frontera turca. Hasta el momento, Turquía se ha rehusado a darles acceso, pese a la presión de Naciones Unidas y otros países europeos, sin embargo, ha enviado ayuda a los campamentos de refugiados sirios del otro lado de su frontera. 

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