Oficiales cazan gallinas en plena ciudad

La gallina es la mascota que le brinda un desayuno fresco e orgánico diariamente. Esa es una de las razones por la que se está viendo un incremento en el número de gallinas viviendo en algunos vecindarios en el sur de la Florida. Pero mientras algunos las consideran mascotas inocentes, varias municipalidades dicen que estas aves son una amenaza a la salud pública. Por eso cada semana se ve una cacería de gallinas en las calles de Miami donde se calcula que hay cientos de gallinas prohibidas.

“Los excrementos de gallinas en corrales y en lugares donde tienen las trampas atrae ratas. Al atraer ratas pues tenemos infecciones en el área”, dice Orlando Diez, el director de conformidad de código de Miami.   

Un grupo de empleados de la ciudad de Miami, conocido como los caza-gallinas tiene una sola misión—retirar los gallos y gallinas deambulando sueltos por los vecindarios. En Miami, no se puede tener gallinas sueltas en las calles y los gallos están prohibidos—algo frustrante para algunos residentes.

 “Es una tontería, hay cosas más importantes”, dice Nereira Feliciano una residente de Miami que defiende las gallinas. “No hacen daño a nadie por la calle”, asegura Feliciano.  

Según las leyes actuales, no se puede tener gallinas a 100 pies de una vivienda en la ciudad de Miami. Pero muchos ignoran las leyes.  En lo que va del año han atrapado a 147.   

Algunos residentes, como la familia Dunleavy en Miami-Dade, comparten la frustración de Feliciano. Ellos tienen que deshacerse de sus gallinas porque en el condado, están prohibidas.  Pero en municipalidades aledañas, las gallinas son bienvenidas. Si una gallina cruzara la calle de la familia Dunleavy a South Miami no tendría problemas.

Para una familia en Hollywood la lucha por conservar sus aves ha terminado en el corte. “Estoy asustada”, dice Erika de la Hoz. Su esposo Frank Johnston recibió una orden judicial por no deshacerse de sus aves.  Johnston dice que solo pensar en perder a sus gallinas lo deprime. “El hecho de que me las quieran quitar me hace querer llorar”, dice Johnston. Erika dice que los huevos que sus aves producen son un alivio económico.  “Nosotros somos cinco personas y nos ayuda muchísimo”, dice de la Hoz.

Aparte de ahorrarse dinero, a esta familia le gusta consumir productos orgánicos--una tendencia que se está haciendo más popular y seguramente mantendrá a los caza-gallinas bien ocupados en el futuro.  “Más adelante va a haber mucha gente que va a querer su gallina su huevito  fresco–todo cerca en su casa”,  dice de la Hoz. “No somos los primeros y no somos los últimos”, agrega.

La familia ha decido pelear su caso con un juez del condado en vez de ir a un magistrado especial. El juez escuchara su caso en junio.

En las diferentes municipalidades las penalidades por violar estas regulaciones varían.  En Miami puede enfrentar una multa de $250 diarios. En cuanto a otros vecindarios, nuestro equipo encontró que en el condado de Broward y las ciudades de Coral Gables, Pembroke Pines, Hialeah y Palmetto Bay también están prohíban las gallinas en zonas residenciales.

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