Zika: bebés que parecían sanos tenían microcefalia

Los investigadores dicen que un defecto de nacimiento severo causado por una infección del virus del Zika puede no ser aparente al nacer pero desarrollarse meses después. Ello confirmaría la creencia de que el virus puede causar daño invisible al desarrollo de los bebés.

Los resultados provienen de un estudio de 13 bebés brasileños cuyas cabezas parecían normales al nacer, pero luego crecieron mucho más lentamente de lo normal. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades divulgaron los resultados el martes.

La mayoría de las personas infectadas con Zika nunca desarrollan síntomas, pero la infección durante el embarazo puede causar defectos de nacimiento devastadores, incluyendo microcefalia, en la cual el cráneo de un bebé es mucho más pequeño de lo esperado debido a que el cerebro no se ha desarrollado correctamente.

Los 13 bebés en este estudio tenían tallas normales al nacer, pero 11 de ellos fueron diagnosticados posteriormente con microcefalia.

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en los próximos meses podrían confirmarse en Brasil un millar de nuevos casos de microcefalia en recién nacidos relacionados con la infección con el virus del Zika de sus madres.

Hasta la fecha se han confirmado en el gigante sudamericano unos 2,100 casos de niños que han nacido con microcefalia. No obstante, actualmente se están investigando otros 3,000 casos de niños nacidos de madres infectadas con el zika y de los cuales se sospecha que también padecen microcefalia.

"Si se mantiene la proporción como ha sido hasta ahora, que un tercio de los casos investigados son confirmados, estamos hablando de que en poco tiempo podríamos tener más de 3,000 recién nacidos con microcefalia", dijo en una rueda de prensa Anthony Costello, director del departamento de la infancia de la OMS.

El experto explicó, además, que si bien se ha confirmado la relación directa entre la infección del virus del Zika y los casos de microcefalia, no se sabe por qué algunos niños desarrollan malformaciones y otros no. Eso quiere decir que no se puede predecir el aumento o descenso de los casos.

"De hecho hemos visto en los últimos meses como las infecciones aumentaban a un ritmo que no lo han hecho los casos de microcefalia", especificó.

Los científicos no saben si realmente el número de casos de malformación congénita se ha reducido, o si no se han registrado, si está relacionado a la estación, dado que en el Cono Sur están en primavera, tras pasar el invierno, época en que la incidencia de los mosquitos que trasmiten el virus -Aedes Ageypti- es menor.

También se desconoce la incidencia de un cofactor, es decir, si la madre tenía inmunidad al virus del Zika adquirida a través de una infección anterior con un flavivirus -dengue, chikungunya, fiebre amarilla, todos transmitidos por el mismo mosquito- o algún elemento ambiental.

Hasta la fecha se han reportado casos de microcefalia en 28 países pero ninguno con la incidencia de Brasil.

"En Colombia, donde también ha habido una gran epidemia de zika, hasta la fecha se han registrado 57 casos de microcefalia, pero sabemos que están investigando cientos de casos, con lo que la incidencia podría crecer, pero no lo sabemos aún", advirtió Costello.

El experto indicó también que el trabajo a partir de ahora debe centrarse no sólo en ayudar a los niños que padecen microcefalia en su desarrollo vital y a sus familias para que los apoyen, sino en detectar otras eventuales dolencias.

"Tenemos evidencias concretas de casos en los que los niños nacen con una circunferencia normal y después desarrollan microcefalia, pero también niños cuyas madres se infectaron con zika y no padecen microcefalia pero sí otras dolencias neurológicas", subrayó el experto.

La OMS decidió la semana pasada que, a pesar de que la epidemia de zika persiste y sigue expandiéndose por el mundo, ya no constituye una emergencia sanitaria de alcance internacional, sino un problema grave de salud pública a largo plazo.

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