Si algo no se imaginaba un doctor saudita era que una bandera podía mandarlo directo a la cárcel por violar leyes locales de Arabia Saudita.
Eso exactamente fue lo que le sucedió a un médico, quien compró una bandera con los colores del arcoiris y quien la izó en su residencia, en tanto le pareció que era bonita.
Pero no sabía que la misma está asociada con los gurpos que promueven el orgullo homosexual por lo que tuvo que verle la cara a las autoridades de su población, Jeddah.
Y es que la homosexualidad es ilegal en el territorio saudí y aunque explicó que la adquirió porque uno de sus hijos la encontró hermosa, por su colorido, debió acompañar a la policía.
Además de la homosexualidad, también los grupos que la defienden no tienen carácter legal ni son reconocidos por las instancias oficiales del país y quienes violan la ley al tener actividad íntima con personas del mismo sexo puedan terminar en la cárcel o condenados a muerte.
El doctor fue liberado bajo fianza poco después, indicó albawaba.com.
