A través de la reja, La Ciudad de los Niños parecía un lugar en donde los pequeños eran felices. Pero diversas organizaciones civiles presentaron el miércoles las pruebas que confirman el infierno en el que vivían los menores.
Rebeca Aguayo, una de las activistas que llevan el caso, dice que desde hace un año denunciaron las anomalías que detectaron, pero no pasó nada; por lo que se dieron a la tarea de reunir pruebas que confirman los testimonios de los menores que ahí se albergaban.
"Las adolescentes eran violadas por personal y por los invitados del padre Pedro", asegura Aguayo.
Según las palabras de las víctimas, los castigos físicos eran cosa de todos los dias, al igual que los abusos sexuales que supuestamente se cometían en fiestas en donde había drogas y alcohol.
"Incluso se habla de que los daban en adopción en EEUU y Canadá", detalla Aguayo.
La indagatoria señala como principal sospechoso al sacerdote Pedro Gutiérrez Farías, director de los albergues en Guanajuato y Michoacan. Las madres de los niños dicen que las obligaba a firmar un documento donde renunciaban a sus hijos. Los pequeños lo conocían como "El Castigador".
Investigando el caso, la Procuraduría del estado descubrió más de 130 actas de nacimiento en las que el sacerdote y una monja que trabajaba con el aparecen como padres o tutores de los niños.
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Ante la evidencia, las autoridades tomaron el control de los albergues y de los más de 300 infantes y adolescentes que ahí habitan.
"Estos niños requieren de una atención más profunda, más a detalle", explica Aldo Borja, del DIF de Guanajuato.
Los activistas exigen que la PGR atraiga la investigacion y que la Iglesia católica no proteja al sacerdote y a sus cómplices, quienes hasta ahora no tienen en su contra ninguna orden de aprehensión.
