Sueño de llegar a EEUU se convierte en pesadilla

Tres hombres que planeaban cruzar por Tijuana fueron secuestrados, torturados y heridos a balazos

El sueño que tenían de llegar a Estados Unidos se les convirtió en una pesadilla, que les dejó marcas imborrables.

"Quise correr por miedo a que nos iban a matar, y por salvar a mis compañeros pero en el momento en que me salí, me dispararon", recuerda Rafael Pérez Vargas, uno de los tres migrantes que querían cruzar la frontera.

Aun con las secuelas que le dejó la bala que se alojó en su vientre, Rafael cuenta como él y sus dos compañeros fueron engañados por un supuesto tratante de personas, pollero cómo son conocidos, quien los entregó a unos secuestradores.

"Sentía la muerte, llore y llore, bien asustados y porque nos dijeron que nos iban a matar", añade Juvenal Muro, otro de los migrantes secuestrados. 

Como muchos otros que caen en la trampa, los migrantes fueron contactados en la frontera mexicana. A cada uno le pidieron $ 7,000 para pasarlos a Estados Unidos con papeles falsos.

Una vez cerrado el trato, contaron los sobrevivientes, el supuesto pollero los dejó en una carretera, donde los recogió un vehículo que los trasladó a un despoblado, donde comenzó su tormento.

"Después de un rato fue cuando sacaron las armas y nos dijeron que estábamos secuestrados y que querían $ 12,000", relató Roberto Carlos Ramírez.

Tal y como muestran las cicatrices, los tres hombres fueron torturados una y otra vez; los obligaron a llamar a sus familias para exigir un rescate y, cuando Rafael intentó escapar, le dispararon sin piedad.

"Nos pegaban con palos de madera que encontraban en el cerro, nos pegaban hasta que se rompían", dice Ramírez.

Así perdieron la cuenta de los días, hasta que en un descuido de sus verdugos escaparon y pidieron ayuda.

"Lo que quieren es regresar a su hogar, a su casa, a su pobreza, lo que quieren es regresar”, dice Margarita Adonabegui, coordinadora del Desayunar del Padre Chava, una organización que ayuda a migrantes. 

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