La secretaria de Relaciones Exteriores de México, Claudia Ruiz Massieu, inauguró la terminal binacional que conecta el aeropuerto internacional de Tijuana, México, con San Diego, en Estados Unidos, con un mensaje en contra de cualquier obra que divida a ambos países.
En medio de la polémica por el plan del aspirante a la candidatura republicana a la Casa Blanca Donald Trump de construir un nuevo muro en la frontera con México, la canciller destacó la estrecha colaboración bilateral que permite construir puentes y puntos de unión.
"Estados Unidos, la nación que en el siglo XX luchó y demandó derribar el muro de la intolerancia, la pared de la guerra que dividió a la gente de Berlín, no debe ser la misma nación que en el siglo XXI construya un muro para aislarse de sus vecinos y amigos", dijo durante su discurso en la terminal ubicada en Otay Mesa, California, Estados Unidos.
"Como una cuestión de principios y dignidad, ningún mexicano, ningún norteamericano y ningún ser humano está en el lado incorrecto de ninguna frontera, sin embargo, hay personas que han insistido en colocarse en el lado incorrecto de la historia, del progreso y últimadamente en el lado incorrecto de la realidad", abundó.
En esa realidad transitan diariamente un millón de personas y 300,000 vehículos que cruzan legalmente la frontera entre México y Estados Unidos a través de distintas garitas de entrada, precisó.
Ruiz Massieu resaltó que ambos países intercambian un millón de dólares en transacciones comerciales cada minuto y también que seis millones de empleos en Estados Unidos dependen de la relación comercial con México.
"Que no quede duda, México y Estados Unidos somos vecinos, socios, aliados y amigos, compartimos una gran frontera, pero sobre todo, compartimos valores e intereses, compartimos aspiraciones comunes de libertad, democracia, prosperidad, respeto a la dignidad humana y no hay manera de poner una frontera a eso".
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El dinamismo de una región binacional como San Diego y Tijuana es un recordatorio de que la frontera debe verse como "un punto de unión y no de división", además de un "puente hacia el futuro", agregó.
La terminal binacional denominada "Cross Border Xpress" inició operaciones en diciembre, pero fue inaugurada el jueves de manera oficial por funcionarios de ambos países.
Desde su apertura, este cruce fronterizo peatonal, único en su tipo en la frontera entre México y Estados Unidos, ha atendido a 300,000 pasajeros que se dirigen o llegan desde el Aeropuerto Internacional de Tijuana.
En los últimos cuatro meses ese aeropuerto mexicano ha registrado un incremento del 40% en el número de usuarios, informó Laura Diez Barroso de Laviada, del Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP).
El aeropuerto de Tijuana es considerado el segundo mejor conectado de México, ya que ofrece más de 30 destinos en el país, además del único vuelo directo desde América Latina a China.
El proyecto de 120 millones de dólares es operado por el grupo privado Otay-Tijuana Venture LLC y fue creado como una manera de agilizar el traslado de residentes fronterizos.
"El tiempo promedio para cruzar la frontera es de diez minutos, cuando en garitas puede ser de hasta dos horas", indicó Enrique Valle, director general de Otay-Tijuana Venture.
A su vez el Comisionado de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), Gil Kerlikowske, consideró "un paso histórico" la apertura de este cruce, mientras el alcalde de San Diego, Kevin Faulconer, resaltó la importancia de impulsar proyectos de infraestructura que permitan conectar a dos países que comparten intereses económicos, culturales y familiares, entre otros.
"Hoy celebramos literalmente el construir puentes entre nuestros dos países y entre nuestras dos ciudades (San Diego-Tijuana)", declaró el alcalde republicano. "Cuando trabajamos juntos Estados Unidos y México, no hay límites", dijo.
