Arrestan a exgobernador de Tamaulipas

El Gobierno de Tamaulipas, a través de la Procuraduría General de Justicia del Estado, arrestó en Ciudad Victoria a Eugenio Hernández Flores, exgobernador de Tamaulipas, quien está acusado de los delitos de peculado (malversación de bienes públicos) y lavado de dinero. 

Hernández Flores, a través de sus prestanombres, Alberto Berlanga Bolado y la empresa GMC S.A de C.V, de Altamira, realizó en el año 2007 una compra de un terreno de 1,600 hectáreas por 16 millones de pesos. 

Este terreno está ubicado en el Puerto Industrial de Altamira y pertenecen en realidad al patrimonio del estado. 

De acuerdo con las autoridades, en esta compra-venta de terreno participó la empresas Materiales y Construcción Villa de Aguayo, propiedad de Fernando Cano Martínez, con un presunto prestanombres de Tomás Yarrington Ruvalcaba, exgobernador de Tamaulipas, quien fue capturado en Italia el 9 de abril. 

En la transacción también participó la empresa GMX, S.A de C.V de Altamira, propiedad de Alberto Berlanga Bolado, exsecretario de Obras Públicas y Desarrollo Urbano en el gobierno de Hernández Flores. 

Como información de fondo, en el año 2002 cuando Yarrington Ruvalcaba era gobernador, vendió el terreno en cuestión por 14 millones de pesos a la empresa de Cano Martínez. Cinco años después, esta empresa lo transfirió a GMC S.A de C.V por 16 millones de pesos, con presunto prestanombres de Eugenio Hernández Flores. 

Los terrenos habían sido expropiados por el gobierno federal en el 1981 para accesos y otras construcciones en el Puerto de Altamira y en el año 1994, se había transferido como donación al gobierno del estado a través de un decreto, conforme a las autoridades. 

En el 2001, el exmandatario Tomás Yarrington Ruvalcaba impulsó que se creara el Fideicomiso Nuevo Santander para fomentar el desarrollo industrial del Estado, permitiendo que varias propiedades del Estado como las del Puerto Altamira se transfirieran al fideicomiso para su adminsitración.

Pero, al desincorporar las más de 1,600 hectáreas del fideicomiso y venderlos a su prestanombres, Fernando Cano Martínez, incurrió en el delito de peculado, tal y como informó el gobierno de Tamaulipas en un comunicado. 

Tanto las empresas constructoras de Cano Martínez y de Berlanga, se convirtieron en las favoritas para la realización de obras y obtuvieron contratos millonarios bajo las administraciones de Yarrington Ruvalcaba y Hernández Flores. 

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