Amarilis Aponte se siente desprotegida desde que la Asociación de Vecinos del complejo Lake Sandra, en Miami Lakes, ordenara la remoción de una imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre del patio de su casa.
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No ha tenido otro remedio que ponerla en la puerta de su casa. Y lleva cinco meses batallando con la Asociación para que le permitan colocar otra vez en su lugar a la Patrona de su Cuba.
La administración del complejo residencial le envió una carta diciéndole que está violando los reglamentos, debido a la colocación de artefactos religiosos. Dice que fue amenazada con una accion legal, pero asegura que hay un doble rasero, porque al parecer otros vecinos tienen estatuas de Buda frente a sus viviendas.
Aponte llegó a Estados Unidos desde Cuba con cuatro años durante el éxodo conocido como Operación Pedro Pan, en 1962. Y su devoción surge porque durante la despedida su madre le puso una estampa de la Virgen de la Caridad en su bolsillo de viajera.
Asegura que como la fe mueve montañas, todos los días reza para que la Asociación le permita poner otra vez la Virgen donde siempre quiso: en el patio de su casa.
