Es apenas una propuesta del Secretario de Vivienda, Ben Carson, pero podría materializarse: aumentar la cuantía de lo que desembolsa el inquilino en los alquileres de viviendas públicas o los subsidios que otorga el Gobierno, lo que podría afectar a programas como el conocido Plan Ocho.
En todo el país son cerca de un millón de afectados, muchos de la comunidad latina, quienes tendrían que pagar 150 dólares mensuales, para algunas personas una cantidad para nada llamativa, pero para otras un importante por ciento de su entrada monetaria del mes.
Según la autoridad federal, el sistema actualmente se hace insostenible, por lo que es cada vez más difícil mantener el subsidio en la actual cuantía. Sin embargo, voces independientes opinan que en vez de cortar fondos, deberían incrementarlos en beneficio de los más necesitados.
