Deportarse, bajo fuego cruzado

WASHINGTON, EE.UU. - Por fin llegó la hora en que los candidatos a la presidencia hablaran del tema de inmigración, uno de los más esperados en esta campaña electoral, donde la comunidad hispana, una vez más juega un papel fundamental y decisivo.

La autodeportación propuesta por Romney al inicio de su gira electoral, fue muy criticada, sin embargo otra vez apareció en el debate.

La intención de llegar a una reforma migratoria integral, promesa de campaña de Barack Obama del 2008, no cumplida en 4 años fue el punto de partida durante el cara a cara que tuvo lugar la noche del martes.

Mitt Romney Romney retrocedió en las formas y estilo al referirse a los jóvenes indocumentados, mientras que el presidente Obama responsabilizó a los republicanos de "obstaculizar todo intento de reforma migratoria".

El candidato presidencial republicano Mitt Romney se mostró a favor de que los hijos de inmigrantes sin la debida documentación cuenten con una opción para obtener la residencia permanente y reprochó al presidente Barack Obama por no haber cumplido su promesa electoral de reformar las leyes migratorias. Durante el debate presidencial celebrado en Hempstead, Nueva York, Romney reiteró su oposición a brindar lo que llama una "amnistía" a los 11 millones de inmigrantes irregulares que residen en Estados Unidos y dijo que de llegar a la Casa Blanca les impediría obtener licencias de conducir. Es decir, tal como ocurre con la SB 1070 en Arizona. "Pero los hijos de esos que vinieron aquí ilegalmente, esos muchachos deberían contar con una opción para la residencia permanente, y el servicio militar es una manera que ellos tendrían" para lograrlo, dijo el candidato refiriéndose -sin nombrarlos explícitamente- a los jóvenes conocidos como "dreamers", quienes pueden optar un plan de Accion Diferida desde el pasado 15 de agosto.

La oferta de Romney contrasta con lo que dijo el 4 de enero durante las primarias republicanas, cuando ofreció vetar el proyecto de ley conocido como Dream Act porque quiere ser un presidente que entiende lo que se necesita para crear empleos y no uno que habla sobre conceder limosnas.

"Hispanos e inmigrantes han preguntado por qué usted no lo hizo", le preguntó Romney a Obama sobre la reforma migratoria. Por su parte, Romney prometió una reforma el pasado 20 de septiembre, durante su visita a Coral Gables, Florida. Obama respondió que no presentó una propuesta de reforma migratoria porque no recibió apoyo alguno de los republicanos en el Congreso, pero no mencionó que hasta 2011 su gobierno deportó un promedio anual sin precedentes de 400,000 personas, lo que generó numerosas críticas entre sectores demócratas y activistas hispanos, un electorado clave para su esfuerzo electoral para conseguir la reelección. En el mismo tono tenso que caracterizó al debate de hora y media, el mandatario acusó a Romney de haberse referido a la ley migratoria en el estado de Arizona como un modelo de lo que debería ser la política migratoria nacional. El Departamento de Justicia apeló a la vía judicial para oponerse a la ley, conocida por las siglas SB1070, por considerar que propiciaba la categorización racial de hispanos y otras minorías. Romney ripostó aclarando que cuando habló de un modelo nacional no se refería a la ley de Arizona en general sino específicamente al uso obligatorio de e-verify, una base de datos mantenida por el gobierno federal que los patronos deben consultar para verificar si sus empleados están autorizados para trabajar en Estados Unidos. El asesor de Romney "es Kris Kobach, autor de la ley de Arizona y no del e-verify. Es su política y es mala política", aseveró Obama. Romney reiteró su propuesta de evitar deportaciones masivas a través de una política llamada autodeportación, según la cual los inmigrantes no autorizados "tomarán su propia decisión" sobre volver a sus países de origen. Demócratas y activistas pro inmigrantes criticaron a Romney con dureza cuando mencionó por primera vez las autodeportaciones en enero, por considerar irreal que 11 millones de personas vayan a abandonar el país voluntariamente. Durante el debate, Romney se refirió varias veces a los inmigrantes como "ilegales" mientras que Obama los llamó "indocumentados".

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