Que no quede huella

Recientemente el Immigration Policía Center (IPC) y el Electronic Frontier Foundation (EFF) hicieron público un documento titulado " Desde Huellas Digitales hasta el DNA: recolección de datos en EE.UU. de Comunidades Inmigrantes y Más", escrito por Jennifer Lynch.

El documento describe el estado actual de la recolección de información biométrica y los problemas que podrían generarse con el crecimiento de esta base de datos. También señala cómo las comunidades inmigrantes serían inmediatamente afectadas por la forma como se recolecta, archiva y comparte esta información. Lo cierto es que la presión para enlazar la recolección de biometrías con las regulaciones migratorias va en aumento. Actualmente Homeland Security registra diariamente alrededor de 300,000 huellas digitales, de personas que no son ciudadanos americanos, cuando cruzan las fronteras de los Estados Unidos y también las biometrías de no ciudadanos cuando aplican a diversos beneficios para inmigrantes, o bien cuando son detenidos.

Adicionalmente, agentes de la policía, a nivel local y estatal, constatemente registran las huellas digitales, faciales, del iris y del DNA de las personas. Toda esta información de las bases de datos del gobierno esta creciendo y se comparte cada vez más. Por ejemplo: el controvertido programa del gobierno federal llamado "Comunidades Seguras", registra las huellas digitales de los detenidos en las cárceles locales, los coteja con documentos impresos de grandes bases de datos del gobierno federal y luego usa esta información para deportar a las personas. Jennifer Lynch opina que "a través de la recolección de datos biométricos se puede identificar a una persona por su raza y esto podría afectar a los inmigrantes desproporcionadamente".

También le permite al gobierno una nueva forma de vigilar a las personas en el territorio norteamericano", señalo Lynch y agregó: "El gobierno tiene que actuar inmediatamente para limitar la innecesaria recolección de datos biométricos y tratar los graves problemas de privacidad que significa el volumen y el tipo de data recolectada, así como las consecuencias de la recolección de esta data, con quién y cómo se comparte; y finalmente la seguridad de la misma". "Algunos miembros del congreso creen que deberíamos tratar las regulaciones migratorias exigiéndole a todos los trabajadores en EE.UU., ciudadanos e inmigrantes, por igual, información biométrica en una nueva tarjeta de identidad" dijo Jonathan Weinberg, profesor de Derecho de la Universidad de Wayne y añadió: "La implementación de una base de datos biométricos, de estas proporciones, no sólo sería costoso sino que traería errores gravísimos para los trabajadores americanos.

Además, esta idea contradice los valores americanos más elementales, limita la capacidad de los más pobres para mantenerse entre sí, amenaza la privacidad de las personas de este país y le brinda al gobierno un nuevo nivel de control sobre la ciudadanía. Y tampoco prevendría el fraude y el empleo de personas no autorizadas para trabajar".

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