Senadores republicanos en la legislatura de Texas buscan aprobar un proyecto controversial proyecto de ley que le permitiría a dos centros de detención de inmigrantes funcionar como guarderías de niños, con el objetivo de mantener unidas a las familias indocumentadas.
Los críticos de la medida, que incluyen a abogados, miembros de la Iglesia Católica y grupos a favor de los inmigrantes, dicen que los centros se convertirían de manera oficial en “cárceles para bebés”.
Los centros, el South Texas Family Residential Center en Dilley y el Karnes County Residential Center en Karnes City, son administrados por empresas privadas y albergan principalmente a madres centroamericanas que huyeron de la violencia en sus países y buscan residencia legal en EEUU por medio de un asilo.
Opositores indican que no hay necesidad de que las personas permanezcan detenidas durante el proceso migratorio.
“Mi hija sabía que era una prisionera”, le dijo Norma, una inmigrante hondureña que pasó más de un mes en Karnes con su pequeña de 5 años, al Huffington Post. “No creo que un lugar lleno de cámaras y guardias de seguridad sea bueno para los niños”.
Los administradores de los centros creen que de no aprobarse la medida, esto obligaría a las cárceles a convertirse en centros de detención de ICE regulares, lo que separaría a las madres de sus hijos.
Un juez federal determinó en el 2015 que encerrar a los hijos de inmigrantes con sus padres durante largos periodos de tiempo es ilegal, por lo que varios exdetenidos se encuentran entablando demandas contra los centros.
