Hablan los padres de la víctima más joven de la masacre

Aryka Murray fue una estrella del baloncesto femenino.

Entre las 49 víctimas de la masacre registrada en un club nocturno de Orlando figura la egresada de una preparatoria católica y estrella del baloncesto femenino de Filadelfia.

Se trata de Akyra Murray, de 18 años, quien a menos de una semana de haberse graduado de West Catholic Prep acudió a la Florida para celebrar con amistades y halló la muerte.

La madre de la adolescente contó que estaba hablando por teléfono con su hija herida mientras la joven se acurrucaba en un cuarto de baño para ocultarse del atacante.

Murray cumplió 18 años en enero y es la víctima más joven confirmada en el ataque fin del semana. Natalie Murray habló con The Associated Press el lunes y contó que ella y su marido se dirigían a la oficina del forense del condado para reclamar el cuerpo de su hija.

Una semana antes Murray se graduó como tercera en su clase de 42 estudiantes. Además era una estrella de baloncesto que ganó una beca completa en la Universidad Mercyhurst en Erie.

Ella había marcado más de 1,000 puntos a principios de la temporada, un momento marcado con grandes carteles de felicitación y una celebración en el gimnasio de la escuela de Filadelfia en enero.

Para celebrar su graduación, Akyra Murray, sus padres y su hermana de 4 años, viajaron a Orlando para unas vacaciones en familia. Su hermano, Alex, asiste a la universidad en West Palm Beach. El sábado, Murray le dijo a sus padres que quería ir de fiesta en el centro de Orlando.

"Ella no bebe, sólo quería pasar un buen rato", recordó Natalie Murray. "La dejamos a las 11:30" en la discoteca junto con su prima Tiara Parker y una amiga llamada Patience Carter, también de Filadelfia.

Como a las 2 a.m. Akyra Murray envió un mensaje de texto a su madre, diciéndole que las pasaran buscando y le explicó que había habido un tiroteo. Momentos más tarde, sonó el teléfono. "Ella decía que le dispararon y estaba gritando, diciendo que estaba perdiendo mucha sangre," afirmó Natalie Murray.

Sus padres se apresuraron en volver al club desde la cercana ciudad de Kissimmee para buscar a la joven que había recibido un disparo en el brazo. "Sólo traté de decirle que mantuviera la calma y aplicara presión a la herida," cuenta su madre quien añadió que "todo lo que podía oír era a mi bebé que lloraba".

Murray dijo que su hija estaba escondida en un cubículo de un baño con su brazo sangrando durante horas sin ningún tratamiento médico. Akyra Murray le dijo a su madre que llamara a la policía y enviara ayuda antes de que ambas colgaran. Nunca hablaron de nuevo. "Fue devastador", indicó Natalie Murray.

Durante 27 horas, Murray dijo que la familia buscó en hospitales del área de Orlando en busca de Akyra. "Sólo queríamos saberlo por nosotros mismos", dijo. "Queríamos a alguien que nos dijera algo".

La mañana del lunes, después de llamar a una línea telefónica establecida por las autoridades municipales, recibieron la noticia de su muerte. En la tarde, Albert Murray escribió: "He perdido a mi hija, una de las mayores fuentes de inspiración en mi vida". Más tarde publicó: "Yo sé que ella está en un lugar más seguro. Estados Unidos... Ni siquiera se puede ir de vacaciones".

Albert Murray dijo a sus seguidores de Facebook que estaba luchando con la idea de que al principio él no quería que su hija fuera al club. "Ella me pidió que la llevara", escribió. "Me estoy desmoronando".

Parker y Carter se están recuperando en el hospital.

Cuando se dio a conocer el fallecimiento de la chica familiares y amigos compartieron el “hashtag” #RIPAkyra en las redes sociales. “Yo la vi el lunes pasado en la graduación”, publicó Aaron Spence, alumno de West Catholic.

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