Republicanos protagonizan debate menos agresivo

En un momento dado, Trump sacudió su cabeza y declaró: "No puedo creer lo civilizadas que han estado las cosas acá arriba".

MIAMI - Sin incluir los desagradables insultos escuchados en otros debates, Donald Trump y sus rivales republicanos convirtieron el enfrentamiento del jueves por la nominación del partido a la presidencia en una discusión respetuosa en su mayor parte sobre las relaciones con Cuba, la Seguridad Social, el islam, el comercio y otros temas.

En un momento dado, Trump sacudió su cabeza y declaró: "No puedo creer lo civilizadas que han estado las cosas acá arriba".

Ted Cruz y Marco Rubio hallaron abundantes áreas en las que difieren de Trump, pero en general los candidatos se las arreglaron para exponerlas sin entrar en conflicto unos con otros.

En una amplia discusión sobre la amenaza que representan los musulmanes radicalizados, Trump se negó a retractarse de su reciente afirmación de que "el islam odia a Occidente".

Cuando se le preguntó si se refería a todos los musulmanes, el multimillonario respondió: "Me refiero a muchos de ellos", y advirtió que él no sería "políticamente correcto" al evitar ese tipo de afirmaciones.

Rubio afirmó a su vez: "No me interesa ser políticamente correcto. Me interesa estar en lo correcto".

El senador por Florida hizo notar que hay musulmanes en las fuerzas armadas de Estados Unidos y otros que están enterrados en el Cementerio Nacional de Arlington, y dijo que la única forma de solucionar el problema de los extremistas violentos es trabajar con gente de fe musulmana que no sea radical.

Cruz resumió sus críticas a Trump por lo que dijo son soluciones simplistas sobre comercio y los terroristas islámicos, al afirmar: "La respuesta no es sólo gritar: 'China: malo; musulmán: malo'".

Sin embargo, evidentemente Trump estaba enfocado en proyectar una imagen menos ampulosa y más presidencial.

"Estamos en esto todos juntos", afirmó al principio, con lo que sonó más como alguien conciliador que provocador a medida que se esfuerza por unificar al partido detrás de su candidatura. "Vamos a encontrar soluciones. Vamos a hallar la respuesta a las cosas", dijo.

Los rivales de Trump, en un esfuerzo desesperado por detener su marcha hacia la nominación del partido, gradualmente incrementaron sus críticas hacia él a medida que avanzaba la noche.

Rubio lanzó un mensaje de amplio alcance: "Sé que a mucha gente le atraen las cosas que Donald dice. El problema es que los presidentes no pueden simplemente decir lo que les venga en gana porque ello tiene consecuencias en todo el mundo". 

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