General Motors anunció el martes una inversión adicional de $1,000 millones en las fábricas que posee en Estados Unidos, lo que se suma a los $2.9 millones anunciados el año pasado.
Las inversión abarca nuevos vehículos, tecnología de punta y otros proyectos, según confirmaron desde la empresa automotriz, a los que se suman unos 1,500 puestos nuevos de trabajo.
Adelantaron además que regresarán a plantas en Michigan la producción de los ejes para camionetas que se hacían en México, lo que trae aparejado la creación de 450 nuevos puestos de trabajo.
GM está atravesando un buen momento, tal como lo reflejaron directivos la semana pasada.
"Hemos generado de forma consistente buenos resultados durante los últimos años al producir grandes vehículos, aumentar los resultados y generar eficiencias, al mismo tiempo que hemos establecido una posición líder en la conformación del futuro del transporte", afirmó la consejera delegada de GM, Mary Barra, en un comunicado divulgado en Detroit.
Por su parte, el presidente de GM, Dan Ammann, declaró que "desde el punto de vista macroeconómico, vemos unos cimientos bastante robustos para otro buen año (en Estados Unidos) a menos que haya alguna sacudida externa del sistema".
Pero no todo ha sido color de rosa para la automotriz, que en 2007-2008 estuvo al borde la quiebra arrastrada por la recesión.
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Además, vale recordar que en 2015, las autoridades federales obligaron a General Motors a pagar la que entonces era la segunda multa más elevada de la historia del automóvil en Estados Unidos, $900 millones, por ocultar durante años el defecto del sistema de ignición de sus automóviles.
El defecto, que GM ocultó desde principios del siglo XXI hasta 2014, ha causado al menos 124 muertos en Estados Unidos y cerca de 300 lesionados.