Los supermercados empiezan a reabrir en Puerto Rico tras la devastación del huracán María, pero la situación está lejos de ser normal y muchos clientes se marchan a casa decepcionados.
La mayoría de las tiendas y restaurantes siguen cerrados. Eso se debe a que la mayoría de la isla sigue sin electricidad y pocos tienen generadores o suficiente combustible para ponerlos en marcha. Las tiendas que abrieron el lunes tenían largas filas delante y muchos estantes vacíos en el interior donde antes había leche, carne y otros productos perecederos. No había ni rastro de agua potable.
Manténte al tanto de las noticias locales y del estado del tiempo. Suscríbete a nuestros newsletters gratuitos aquí.