La increíble historia de El Chapo boricua

Se llama Reynaldo Ortiz Rodríguez, un sicario de sangre fria que se supone estaba confinado a una de las celdas más protegidas del penal tras una sentencia de 117 años por tres asesinatos y violaciones a la ley de armas.

“Este fugitivo es uno sumamente peligroso… sumamente violento de acuerdo a los records que tenemos nosotros en la investigación”, dijo el teniente Santos Flores.

Ortiz, de 32 años, se escapó por un hueco que hizo en la pared de su celda, ubicada en un segundo piso. Una fuga de película en la que imitó las estrategias que tanto vemos en series de televisión. 

Aunque la historia de Ortiz Rodríguez no es tan conocida y notoria como la del capo mexicano Joaquin “El Chapo” Guzmán, quien fue recapturado y extraditado a Estados Unidos, en pocos días el boricua se ha convertido en una leyenda en la isla por su espectacular fuga.  Tanto en  la calle como en los titulares de los periódicos lo llaman “El Chapo boricua”.

Unas reveladoras fotos muestran cómo el peligroso fugitivo estudió bien el área  donde permaneció encerrado por 12 años.

Desarrolló un plan de fuga que nadie detectó y cuidó cada detalle para desaparecer de su celda por la noche.

Utilizó luego unos pantalones de confinado y los llenó de guata para simular que estaba durmiendo en la celda.

Y así quedó su cama tras la fuga.

Al jefe del Departamento de Corrección de  Puerto Rico se le ha informado que posiblemente el llamado Chapo boricua hizo un hueco con una cerradura que pudo haber conseguido de contrabando.

Las autoridades no encontraron sangre, ni ropa, ni verjas rotas en la institución. 

Al menos Joaquín El Chapo Guzmán quedó captado en cámara cuando se escapó por segunda vez de un penal mexicano a través de un túnel que conectaba con el piso de la ducha.  En esta fuga en Puerto Rico ni quisiera cuentan con evidencia parecida. No existen videos que puedan revelar cuál fue la ruta de escape.  

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