Cuba y EEUU dialogan sobre derechos humanos

Estados Unidos y Cuba mantuvieron hoy una primera reunión sobre derechos humanos, el tema más espinoso en el proceso de acercamiento bilateral, en la que dejaron claras sus marcadas diferencias pero aplazaron cualquier debate a fondo sobre el asunto.

La reunión preliminar sobre derechos humanos tuvo lugar en el Departamento de Estado estadounidense, en Washington, y se centró en definir la metodología, los temas y la estructura de un futuro diálogo sobre el asunto, para el que aún no hay una fecha fijada.

No obstante, ambas partes "expresaron sus preocupaciones sobre asuntos de derechos humanos" en el otro país, y las dos "mostraron su voluntad de discutir un amplio rango de temas en un futuro diálogo más sustantivo", indicó el Departamento de Estado de EEUU en un comunicado.

El Gobierno estadounidense no entró en detalles sobre cuáles fueron las preocupaciones que expresó en la reunión, mientras que el cubano sí precisó varios de los temas que puso sobre la mesa.

La delegación de Cuba "enfatizó su preocupación por la agudización de la brutalidad y el abuso policial" en EEUU, "con un patrón discriminatorio", señaló la Cancillería cubana en un comunicado.

También apuntó a "las limitaciones al ejercicio de los derechos laborales y las libertades sindicales reconocidas internacionalmente".

"Asimismo, Cuba subrayó las violaciones de derechos humanos en la llamada lucha contra el terrorismo, incluida la tortura, las ejecuciones extrajudiciales con uso de drones y el espionaje y la vigilancia extraterritorial", agregó la Cancillería cubana.

Entre esas "violaciones", Cuba citó "el limbo jurídico de los prisioneros en Guantánamo", la prisión situada en la base naval estadounidense en la isla, explicó el jefe de la delegación cubana, Pedro Luis Pedroso, en declaraciones recogidas en la página web de la Cancillería.

Estados Unidos, por su parte, no ha ocultado sus diferencias con Cuba en lo referente al trato a los disidentes en la isla y la restricción de la libertad de expresión.

El mes pasado, el Departamento de Estado volvió a condenar el "repetido uso de las detenciones arbitrarias, y a veces de la violencia, por parte del Gobierno de Cuba para silenciar las críticas, interrumpir reuniones pacíficas e intimidar a ciudadanos".

El tema de los derechos humanos se perfila como el mayor escollo en las negociaciones para retomar las relaciones diplomáticas, rotas en 1961, y en especial para que el Congreso estadounidense levante el embargo comercial a la isla, como ha pedido el presidente de EEUU, Barack Obama.

Muchos miembros del Congreso se oponen al acercamiento a Cuba basándose en la persistencia de las violaciones de derechos humanos en la isla, entre ellos la congresista republicana de origen cubano Ileana Ros-Lehtinen, que hoy recurrió a su cuenta oficial de Twitter para calificar de "broma cruel" la reunión entre EEUU y Cuba.

La delegación estadounidense en el encuentro de hoy estuvo encabezado por el subsecretario de Estado para Democracia, Derechos Humanos y Trabajo, Tom Malinowski; mientras que la cubana la lideró Pedroso, que ocupa el cargo de subdirector de Asuntos Multilaterales y Derecho Internacional de la Cancillería de Cuba.

Otra de las integrantes de la delegación cubana fue la embajadora de Cuba en Ginebra, Anayansi Rodríguez Camejo, que aseguró que durante la sesión "fue obvio que existen diferencias entre ambos países en el abordaje del tema de derechos humanos, tanto desde el punto de vista nacional" como del internacional.

"Esas diferencias se pusieron en evidencia, pero se demostró que podemos conversar de una manera civilizada, respetuosa y profesional", aseguró la funcionaria cubana.

Según la Cancillería cubana, la delegación de la isla subrayó "la necesidad de observar un balance adecuado entre las cuestiones del ámbito de los derechos civiles y políticos y los derechos económicos, sociales y culturales".

Sin embargo, Cuba mostró su "disposición a abordar con los EEUU cualquier tema, en un marco de igualdad, respeto y reciprocidad", y manteniendo el principio de "no injerencia en los asuntos internos de las partes", señaló la Cancillería.

El Departamento de Estado, por su parte, calificó de "profesional" el ambiente de la reunión, y aseguró que hubo un "amplio acuerdo respecto al camino para un futuro diálogo sustantivo, cuya fecha y ubicación se determinarán a través de canales diplomáticos".

Según el analista Geoff Thale, director de programas de la Oficina de Washington para Latinoamérica (WOLA), el diálogo iniciado hoy "tendrá que superar un legado de desconfianza y las enormes diferencias conceptuales entre los dos países en el tema de derechos humanos".

"Este encuentro es el comienzo de un proceso largo y difícil", pronosticó este lunes Thale en un comentario para WOLA. 

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