El contratista estadounidense Alan Gross, quien estuvo cinco años preso en Cuba, acusado de espionaje, fue liberado como parte de un acuerdo que también incluye la liberación de tres cubanos presos en Estados Unidos, dijeron el miércoles altos funcionarios federales.
El avión del gobierno federal que lo tranpsortó desde La Habana aterrizó en el aeropuerto de Dulles, en Washington DC. Gross estaba acompañado de su esposa. El senador estadounidense Jeff Flake publicó fotos de la llegada de Gross a EEUU en su cuenta de Twitter.
Alan Gross. Back on U.S. soil. pic.twitter.com/Ut5jvdQGg2 — Jeff Flake (@JeffFlake) December 17, 2014
Gross fue liberado por razones humanitarias por el gobierno cubano a solicitud del gobierno del presidente Barack Obama.
Funcionarios del gobierno de Obama habían considerado el encarcelamiento de Gross un impedimento a la mejora de las relaciones con Cuba, pero el sorprendente acuerdo pudiera ayudar a allanar el camino para discusiones más amplias sobre un fortalecimiento de los lazos y quizás poner fin al embargo estadounidense a la isla.
El presidente Barack Obama planeaba anunciar la liberación de Gross más tarde el miércoles, según los funcionarios, que insistieron en no ser identificados porque no estaban autorizados a hablar del asunto en público.
Noticias Destacadas
Los funcionarios se negaron a calificar el arreglo de intercambio de prisioneros, pero el gobierno cubano ha insistido en que sus ciudadanos no tuvieron un juicio justo.
Gross, de 65 años, fue arrestado en 2009, cuando trabajaba como contratista de la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID).
Fue condenado a 15 años de prisión, acusado por el Gobierno cubano de "acciones contra la integridad territorial del Estado".
Según el Gobierno estadounidense, Gross estaba ayudando a dar acceso a internet a una pequeña comunidad religiosa judía en Cuba.
Alan and Judy Gross. Together again. Just before leaving Cuba this morning. #alangross pic.twitter.com/cdIlIkYfF3 — Jeff Flake (@JeffFlake) December 17, 2014
Su esposa Judy, quien pidió reiteradamente la intercesión del presidente Obama, estaba en el avión que lo recogió de La Habana.
Durante su cautiverio, la salud de Gross se deterioró notablemente. Su liberación coincide con la celebración de la fiesta judía de Januká.
