No solo hay cubanos varados en Centroamérica tras la suspensión de la política de "pies secos/pies mojados" por Estados Unidos. También han decenas de ellos reclamando protección y refugio desde... Serbia.
"Estamos varados en Europa y no sabemos para dónde coger, porque todas las fronteras están cerradas", dice Sachay Borges, integrante del grupo de cubanos.
Es la realidad de 168 cubanos que permanecen en albergues para refugiados de guerra, en Belgrado, capital de Serbia.
Las condiciones de hacinamiento en las tiendas de campaña que comparten con refugiados afganos, sirios y palestinos, con temperaturas de hasta menos 10 grados celcius, los golpea diariamente en este limbo legal tras seguir un exótico esquema de migración.
Volaron 9,600 kilómetros entre La Habana y Moscú bajo una promesa incumplida de viajar a Alaska para pedir asilo político bajo la Ley de Ajuste Cubano. Abandonaron Rusia cuando se venció su estadía sin visado y de la misma forma se movieron a Serbia.
"Estamos pasando hambre, el niño no tiene leche porque aquí no dan leche a los menores…nos mantienen a base de lata y pan", relata Yamira Manfredis, madre de un menor.
Su situación no es única. La semana pasada publicábamos la odisea de otra familia migrante cubana, estancada en un campamento similar en Belgrado cuando su estrategia migratoria para llegar a España fracasó al volar hasta Moscú y después quedar atrapados en Serbia.
Local
El grupo está pidiendo ayuda a la comunidad cubana de Estados Unidos para que los ayude de una forma u otra. La esperanza de todos está en el exilio de Miami, donde la organización Vigilia Mambisa y otros activistas proponen usar parte del cupo de 20 mil visas anuales que el Departamento de Estado otorga a residentes en la isla.
"Ya no tenemos un medio... Para atrás no podemos virar… Muchos salimos con problemas políticos de Cuba", dice otro de los cubanos desde el campamento de Belgrado.
